Golazo de Marco Asensio

Los futbolistas del Leganés saben que no tienen que correr riesgos inútiles. Cada cual cumple con su cometido y todo ello redunda en beneficio del conjunto. Ganar en Butarque no es fácil. Y es así porque reciben pocos goles. Gracias a una extraordinaria disposición táctica. Tan sencilla como exigente en entrega y disciplina. Ora presionan la salida del balón de sus rivales, ora se repliegan todos a su propio campo, marcan encima y en cuanto se hacen con el balón se disparan hacia la portería contraria con velocidad. 

La primera parte fue irrelevante, sin brillantez alguna: sin pena ni gloria. Aparte de lo ya reseñado, es decir, del orden que mantienen en el césped los de Garitano, digno de encomio, todo transcurrió entre bostezos. Y aun así pudo marcar Kovacic en el minuto 33. Pero falló el croata cuando lo más fácil era batir a Champagne. Frente al orden y la laboriosidad del Lega el Madrid volvió a mostrar su peor versión. La que no le permite levantar cabeza desde hace ya muchas semanas. Y, por si fuera poco, Vallejo volvía a lesionarse. Corría el minuto 11 y Nacho ocupó su puesto.

La segunda parte fue bien distinta. El Leganés, amén de defenderse perfectamente, buscó el gol por medio de  El Zhar y del combativo Beuvue. Éste puso a prueba a Casilla en dos ocasiones. Mientras que el Madrid vivía de la enorme voluntad que exhibía Lucas Vázquez y de su firmeza defensiva. La entrada de Amrabat, delantero peligroso y capaz de fajarse con sus marcadores, parecía amenazante. Así que Zidane decidió dar entrada a Modric e Isco por Llorente y Ceballos.  Y la mejora tan poco se produjo.

No obstante, cuando menos se esperaba, surgió la zurda de Marco Asensio para rematar de manera tan difícil como extraordinaria un centro normal, con un adversario encima y sin mucha visión de la portería. Golazo de época... Gol que vale un Potosí si nos atenemos al mal momento de juego por el cual está pasando el Madrid. Por cierto, el jugador mallorquín volvió a estar arrinconado en una banda y sin apenas participar en el juego. Algo que no se debe permitir Zidane.

En fin, que el Madrid logró la victoria en un campo difícil. Donde para hacerlo hay que sudar la gota gorda. Incluso en enero. Pero el equipo merengue sigue jugando mal. Rematadamente mal. Y los jugadores, que con conscientes de ello, parecen trastornados. Les puede el desasosiego. Esa ansiedad que suele anidar en personas que han perdido la confianza en sus posibilidades. Tal es así que ni siquiera ese gol, logrado por Marco Asensio, debido a las circunstancias concurrentes, les permite ningún tipo de relajamiento a los de ZZ.