Desorden absoluto en el Madrid

El Madrid es actualmente un equipo donde impera el desorden en todas sus líneas. La anarquía de varios jugadores, consentidas en momentos de triunfos por parte de su entrenador, ha desembocado en un desbarajuste generalizado. La situación por la que atraviesa el equipo merenge es muy grave. Su fútbol carece de lógica o de sentido. La forma de jugar no tiene ni pies ni cabeza. Así que se impone que Zidane -deje de pensar en los títulos obtenidos- y decida sin pérdida de tiempo arreglar el caos reinante.

¿Cómo es posible que jugando con cuatro hombres en el centro del campo haya sido el Celta dueño y señor de esa zona vital durante muchísimo tiempo? ¿De que le ha valido al Madrid jugar al tiqui-taca cuando cada vez que perdía el balón era un susto para Keylor Navas? De no haber sido por el pase de Isco a Bale en el segundo gol del galés, cabría preguntarse si el Madrid tiene que estar sometido al ritmo que marca  el jugador nacido en Arroyo de la Miel.

Jugar de mediapunta es estar por detras de Cristiano y Bale para darles pases a los espacios libres, tirar a puerta desde la media distancia y acosar al organizador de juego rival. Pues bien, nadie cumplió esa función en el equipo merengue. Pues Isco se pasó setenta y tantos minutos corriendo de un lado para otro para jugar en corto, horizontal y permitirle a los jugadores vigueses recuperar el sitio y hasta lograr el segundo aliento. Repito: de no haber dado el pase a Bale, en el segundo gol, podríamos decir que el malagueño había jugado desastrosamente.

En el primer gol del Celta, mediante un contraataque, se pudo comprobar el desastre defensivo del bloque blanco. Los espacios terribles que existen entre medios y defensas y sobre todo la brecha que deja Marcelo y por la que penetran los contrarios con familiaridad y soltura. Lo del lateral brasileño ha llegado ya a un extremo en el cual convendría saber si su forma de proceder es rentable a estas alturas. Tampoco conviene echar en saco roto la pasividad defensiva de Casemiro. Cuyo encumbramiento lo está digeriendo mal. De ahí que haya dejado de cumplir su misión como escudo de la defensa.

La buena noticia para el Madrid, entre tantas malas como han vuelto a ponerse de manifiesto en Balaídos, es la posible recuperación de Bale - y digo posible, porque con este jugador hay que tocar madera en cuanto se habla de lesiones-. Extraordinario futbolista que el Madrid necesita en las mejores condiciones físicas para hacer lo que mejor sabe: goles. Pero asimismo es necesario que el balón le llegue cuanto antes y a los espacios libres. Ahora bien, si el medio campo se entretiene en jugar un rondo por sistema, tanto Bale como Cristiano pierden gran parte de su eficacia.

El Madrid tiene perdida la Liga Santander. Incluso así lo han asumido ya hasta los madridistas que dicen tener la fe del carbonero. Entre los que me encuentro. Así que bien haría ZZ, a partir de ahora, en pensar de qué manera puede sacarle el máximo rendimiento a una plantilla que sigue siendo extraordinaria. Y ello se logra formando un equipo base. Un conjunto donde la imaginación tenga su lugar siempre y cuando sea rentable. Y por encima de todo que cada jugador cumpla sus funciones en beneficio general.

En suma, el entrenador madridista se habrá dado cuenta de que jugando su equipo como lo ha venido haciendo hasta ahora puede, si no lo remedia una divinidad, pegar un petardo en todas las competiciones. Y si ello ocurriera, desgraciadamente, nadie se acordaría de sus éxitos. Así que está obligado a poner orden en una plantilla que se ha venido abajo y lo que es peor: cada cual parece dispuesto a hacer en el campo lo que le da gana.

Los goles de Bale y la parada de Navas en el penalti ejecutado por Aspas, han sido lo mejor del Madrid.