Llegó el Sevilla al Bernabéu convencido de que era el momento propicio para derrotar a un Madrid cuya defensa ofrecía muchas dudas. Y lo hizo jugando un 4-3-3. Con dos extremos veloces, hábiles y con fútbol suficiente para desequilibrar sin contemplaciones al equipo de Zidane. Pero a los dos minutos se vio sorprendido en un córner. Gol que logró Nacho tras aprovecharse de la empanada mental de algunos futbolistas hispalenses.
Tras el gol, el Sevilla se hizo dueño del medio campo, dando la impresión de que podía empatar muy pronto. Dominio ficticio que duró hasta que Marco Asensio decidió llevar la batuta del Madrid. A partir de ahí el conjunto mejoró en todos los sentidos. La parte de atrás principió a dar muestras de seguridad.
Vallejo se fue creciendo mediante la ayuda de Nacho, sobrio e incomensurable en todas sus acciones. Achraf mejoró actuaciones pasadas. Anuló a Nolito. Se sumó al ataque. Y, por si fuera poco, marcó un gran gol en el 41'. Debe centrar mejor. Para ello debe mirar el balón en el momento del golpeo. Marcelo fue más disciplinado a la hora de defender, sabedor de que enfrente tenía a Navas. Además contó con la ayuda inestimable de Asensio.
Mantenida la firmeza defensiva, con las bandas cerradas por Lucas Vázquez y el ya reseñado Asensio, Modric y Kross fueron subiendo de tono. Máxime cuando Cristiano y Benzema decidieron echarles una mano a los componentes del mediocampo. Y, claro, de esa manera, moviendo el Madrid el balón con velocidad y precisión y siempre buscando la portería contraria, los goles fueron cayendo por su propio peso.
El segundo tanto lo obtuvo Cristiano en el minuto 12. Debido a un pase magistral de Marco Asensio, finalizando así una conducción extraordinaria el balear. CR consiguió su segundo gol de penalti. Magnífico premio en un partido que tuvo como prolegónemo la dedicatoria de su Balón de Oro a la afición. El Madrid jugaba como nunca antes lo había hecho esta temporada en el Bernabéu. Con fútbol de muchos quilates y atiborrado de eficacia. Todas las líneas funcionaban perfectamente.
Era tan bueno el fútbol del Madrid que puso al Sevilla al borde del ridiculo. Y llegaron dos goles más: sus autores fueron Kroos (38') y Achraft (41') Y ahí se acabó el partido. En la segunda parte el Madrid bajó el ritmo y el Sevilla aceptó la propuesta para evitar que tan severa derrota hubiera llegado a ser escándalosa. Y todo se fue deslizando entre cambios y algunas jugadas vistosas. El Madrid-Sevilla ha evidenciado lo que Zidane ha de seguir haciendo a partir de ahora.
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