Los métodos novedosos de Pep Guardiola

Leo en un periódico digital que el Manchester City está ganando sus partidos gracias a todas las novedades que ha introducido Pep Guardiola en sus relaciones con los futbolistas. Las cuales enumeran y destacan como si fueran resultados de las investigaciones exhaustivas realizadas por el técnico catalán. Sin caer en la cuenta de que lo evidente es a diario el estandarte de los tontos.

Lo escrito ha sido publicado por un tabloide del Reino Unido y ha sido propalado en esta nuestra España. Tras empaparme de lo publicado mi primer pensamiento ha sido el que sigue: el número de tontos en el Reino Unido es superior al nuestro; a pesar de que últimamente se haya aumentado semejante condición con la suma de los catalanes convencidos del discurso independentista del cobarde Puigdemont, del soplavelas Junqueras y de la efusiva señora Forcadell.

Nos dicen desde Manchester que entre lo novedoso destaca el que Guardiola se haya aprendido los apodos de todos los jugadores. Esfuerzo digno de encomio y que no acaba ahí; es decir, que hay un más difícil todavía: dado su deseo evidente de familiaridad se ha esforzado por conocer por su nombre a todos los miembros del club, desde el señor que sirve el té hasta los directores de cuentas. ¡Menudo logro! Algo que sólo puede llevar a cabo alguien nacido en Santpedor.

Pero lo mejor viene ahora. Y corresponde a su fórmula mágica  -nunca antes vista (?)- para mejorar el espíritu de equipo. Pasear por la Ciudad con sus jugadores. Sacando pecho después de una victoria y saludando con cortesía catalana a todos los transeúntes que se vayan hallando a su paso. También es de vital importancia invitar a comer a la plantilla. Permitíendo ese día que cada cual elija el menú que crea conveniente.

Como fin de fiesta, no podía faltar el compartir con los futbolistas más allegados una sesión de cine. La primera vez se los llevó a ver La La Land. Una película romántica y musical. En la cual el entrenador hizo de crítico del Séptimo Arte. Ante el embelesamiento de sus acompañantes. Luego, y esto lo digo yo, PG le daría rienda suelta a sus ideales independentistas. Tan apaleados últimamente por unos españoles fascistas que no dudan en meter en la cárcel a quienes quieren votar democráticamente en Cataluña.

Nos dicen que en el Reino Unido las medidas tomadas por Guardiola han causado la mejor impresión. Porque nunca antes un entrenador había osado convertirlas en costumbre y con tanto éxito, además.  Y el mundo se me ha venido abajo. Porque yo estaba convencido de que en cada  inglés -por no decir en cada británico- había un inmejorable humorista. Y ahora descubro que están boquiabiertos por los métodos empleados por un tipo cursi a nativitate. El cual va presumiendo de haber patentado comportamientos tradicionales.