Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

El mago del tiqui-taca

Yo no vi jugar a España frente a Costa Rica y Rusia. Decisión que tomé porque me resultaban indigeribles los comentarios previos a los partidos por parte de unos profesionales del periodismo cuyo fervor exagerado por la cosa propia y sobre todo por un futbolista, me parecía un acto de chovinismo muy superior al que suelen practicar los franceses. Que no es moco de pavo. 

Y a fe que no me arrepiento de haberlo hecho. Pues habiendo leído las crónicas de ambos encuentros he sacado en conclusión que España jugó en Málaga con un mago acompañado por diez tuercebotas. A quienes mejoró con sus virguerías. En cambio, en Rusia, al no poder actuar el hacedor de cosas maravillosas, llamado Isco, el fútbol exquisito -registrado como tiqui-taca- y al tiempo cargado de sentido, como el visto en el Estadio de la Rosaleda, no existió en ningún momento.

Los forofos del tiqui-taca dicen que el toma y dame con que se expresó Isco en su tierra no consistió en marear el balón, como a veces sucede en el Madrid, sino que tenía como destino abrir la grieta en la defensa rival y aprovecharlo para que fueran llegando los goles. En fin, que la adulación, antes y después del enfrentamiento España-Costa Rica, a Isco alcanzó momentos sublimes. Y además tuvo un epílogo de película: Waston, un tico fornido y humillado, persiguió al héroe del momento para golpearlo sañudamente. Tragedia.

Los heraldos de la noticia anunciaron con celeridad que en el Madrid cundió el miedo ante la idea de que Isco no pudiera jugar frente al Atlético de Madrid. Menos mal que el futbolista aseguró muy pronto por medio de un mensaje que estaba dispuesto a jugar en el Wanda Metropolito. Los madridistas miraron al cielo en señal de agradecimiento. Por estar convencidos de que sin su participación sólo podría esperarse la derrota.

El empate en Rusia, como era de esperar, ha servido para decirnos que España fue una selección sin estrella. Porque no es lo mismo tener a Isco en el campo que no tenerlo. Puesto que el malagueño le da un punto de jerarquía, creatividad e intimidación al fútbol de España que, a día de hoy -¿no es mejor actualmente?-,  no otorga ningún jugador del equipo nacional. Otra vez la misma historia: en la Selección Española juega un demiurgo y diez tuercebotas.

España tiene una plantilla de extraordinarios jugadores con capacidad suficiente para hacer grandes cosas en el próximo Mundial. Pero no contamos con alguien que se le parezca ni a Messi ni a Cristiano Ronaldo. Y los periodistas de la cosa tratan por todos los medios de consagrar como mito al jugador nacido en Arroyo de la Miel. Para presumir de él. 

Flaco favor, pues, le están haciendo al futbolista malagueño. Espero que éste sepa de qué va el asunto. Ojalá que Isco juegue el sábado y el Madrid salga victorioso y él sea de los más destacados. De no ser así, dirán que Isco Alarcón jugó frente al Atlético mermado físicamente. La cuestión es defender al mago y mirar por encima del hombro a sus compañeros por no saber cómo es el juego del tiqui-taca.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.