Puigdemont canta la palinodia

Una hora se ha retrasado la presencia de Carlos Puigdemont en el Parlamento catalán. Y, durante ese tiempo, he estado pensando en lo que horas antes decía Eulalia Reguant, consejera de La CUP (Cataluña Unida Popular), acerca de cómo hacer efectiva la declaración unilateral de independencia, a pesar de las fugas de bancos y empresas. Se pronunciaba así: "Soy partidaria de hacer un corralito. Es decir, hacemos un control de capital y de flujos en Cataluña para garantizar, al menos durante un tiempo, la capacidad de funcionamiento de la República".

Pronto se me vino a la mente una fina parodia del fino lenguaje oficial comunista, que indica una cierta incapacidad oficial para atender un mínimo de condiciones higiénicas. Debo decir que "La Codorniz" lo daba como traducido de un semanario búlgaro, hace ya muchos años. Pero que la señora ER ha vuelto a convertirlo en un presente rabioso. Permítanme, pues, transcribirlo literalmente.

Sea usted escritor o no, tenga diplomas de  estudio o no, cada mañana hay que lavarse y afeitarse. Se acerca  usted al lavabo (si tiene la ventaja de tener uno) y nota que está resquebrajado. En este caso es inútil ir a lamentarse al almacén donde lo compró porque pasa lo siguiente:

-El lavabo que usted me ha vendido no vale nada -dice usted al vendedor.

-Y éste contesta:

-¡Vamos, camarada intelectual! En vez de alegrarse  porque su situación de ciudadano privilegiado le permite tener lavabo, viene aquí a buscar líos. ¿Resquebrajado dice usted? ¡Qué vergüenza! ¿Sabe usted lo que pasaría si cada ciudadano rehusara a los artículos defectuosos? ¿Dónde encontraríamos dinero para la fábrica de Kremikovtzi? ¿Y para todos los más grandes proyectos? Cada búlgaro debe tener conciencia y paciencia. Sólo así llegaremos a la realización de un comunismo perfecto, que nos permitiría dentro de veinte años la fabricación de lavabos sin hendidura alguna.

Las mujeres de La CUP no son muy agraciadas -por más que no haya mujeres feas-. Y por tanto yo creía que lo que las adornaba era la inteligencia. Eulalia Reguant ha echado por tierra mi creencia al hablar de corralito y de hacer un control de capital y de flujos en Cataluña. ¡Qué miedo de señora!

En cuanto a Carlos Puigdemont, cabe decir que ha actuado como lo que es: un pobre hombre. Un tipo que lleva viviendo mucho tiempo en la cresta de la ola de aquí estoy yo para llevar a los catalanes a la tierra prometida. Y se ha visto obligado a cantar la palinodia. Pero el daño que ha causado y que está causando merece el mayor de los castigos que pueda aplicar la Justicia. Otra cosa es su cobardía al declarar la independencia para, a renglón seguido, suspenderla. Lo cual le ha hecho quedar peor que la Chata de Cádiz.

Dicen que todos somos iguales ante la Justicia. Tiempo habrá de comprobarlo cuando se juzgue al señor Puigdemont.

Última hora: José Luis Ábalos, portavoz del Partido Socialista, ha salido a la palestra, casi a las doce de la noche, para demostrar que los socialistas vuelven a ser ese partido de Estado que necesitamos para combatir la manera taimada de actuar de los independentistas catalanes. Aleluya.