Los asiduos a este blog saben ya quién es Beatriz. Pero creo conveniente volver a presentarla de manera sucinta para los nuevos lectores y también para los que no accedieron a esta página cuando escribí acerca de esta estupenda señora salmantina, a quien tuve el placer de conocer, hace nada y menos, en la playa de El Chorrillo. Y, desde luego, aprovecho la ocasión para decirles que a Beatriz, desde que regresó a su tierra, no se le cae el nombre de Ceuta de la boca.
El miércoles pasado, sabedor de que los salmantinos iban a echarse a la calle para manifestarse en la Plaza Mayor de la capital, donde tan buenos momentos viví en los 50, llamé a Beatriz varias veces para preguntarle si ella se hallaba entre los manifestantes y si le era posible contarme lo que allí estaba ocurriendo. Pero su teléfono no respondía. Hoy, en cambio, he sentido su voz con claridad meridiana. Y he quedado enterado de que ella decidió apagar su móvil la noche de marras.
A renglón seguido, y sin que mediara pregunta alguna por mi parte, Beatriz me dijo que la Plaza Mayor presentaba un aspecto impresionante. Dado que a la cita acudió un enorme gentío. Una multitud que no cesó, durante más de una hora, de corear la unidad de España y, naturalmente, cundió la emoción cuando vitorearon a los policías nacionales que formaban parte del cinturon de seguridad establecido.
-Beatriz, ¿cómo viviste ese momento?
-Creo haberte dicho en nuestras conversaciones playeras que yo no soy muy dada a expresar mis sentimientos en público. Pero mentiría si no te dijera que nunca antes me había sentido tan sensible ni tan española. Así que algo tengo que agradecerles a esos independentistas catalanes tan sobrados de orgullo, tan mentirosos, tan carentes de solidaridad... y tan prepotentes como para desafiar a todos los poderes habidos y por haber.
-¿Crees tú, Beatriz, que el Gobierno de España no está actuando con la diligencia debida?
-Por supuesto que sí. Hace ya tiempo que debieron producirse las actuaciones contundentes, ya que la fiera anda suelta. Y hasta el momento sigue rugiendo porque se ha percatado de que su fiereza ha acollonado a quienes deben reducirla y devolverla a su redil.
-Beatriz, ¿por qué crees que los dirigentes catalanes están tan envalentonados, teniendo mujeres e hijos?
-Mira, Manolo, las mujeres han tenido siempre un poder enorme a la hora de influir en los hombres para que la sangre no llegara al río. Pero actualmente son muy dadas a perdonar al que roba a la ciudad o bien atenta contra ella. Siempre y cuando les valga para enriquecer a la familia.
A propósito, amigo, ahora deseo yo hacerte una pregunta.
Adelante, Beatriz.
Me imagino que en Ceuta, ciudad tan española, lo que viene sucediendo en Cataluña habrá causado un enorme malestar, y los ceutíes lo habrán expresado saliendo a la calle para protestar enérgicamente.
Pues no. Aquí se ha hablado estos días de cómo Adolfo Suárez salvó a Ceuta...
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