Carreira, Muñoz, Chaib y Mariano

Un amigo que está en la recepción del Hotel Ceuta Puerta de África, en esta mañana luminosa de septiembre, quiere saber a qué se debe mi manía de elegir los martes para barzonear, si es bien sabido que el martes tiene fama de ser el día del diablo. Y lo primero que se me ocurre decirle es que a mí me encanta, como he dicho ya en otras ocasiones, actuar de modo opuesto a la mayoría. Pues yendo a contracorriente me alimento de bocanadas de aire fresco. Fue expresarme así y ver cómo Emilio Carreira hacía su entrada en el hotel. No en vano es consejero de Turismo y Deporte. Por cierto, aunque lo que voy a decir me consta que a él no le hará ni pizca de gracia, yo no tengo más remedio que emitir mi opinión: ha sido dejar la consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad y armarse la marimorena. Alboroto propiciado por Juan Luis Aróstegui. Sabedor de que puede hacer sangre no teniendo enfrente a un tío con el cual no le apetece debatir. Y es que ante Emilio Carreira se acoquinaba y ahora está convencido de que es el Guerrero del Antifaz. 

José Antonio Muñoz y Mohamed Chaib hablan de fútbol teniéndome a mí como testigo. Sacan a relucir los inconvenientes que hay para desenvolverse en campos de tierra o en malas condiciones y frente a rivales que juegan a no dejar jugar. Acción lícita cuando el equipo local es inferior al visitante. Muñoz y Chaib coinciden en que cuando ello sucede es necesario adaptarse a las circuntancias y emplearse con las armas capaces de abortar los planes de los contrarios. Ni que decir tiene que yo estoy de acuerdo con el parecer de ambos. Pero no sólo en campos de Tercera División, sino también en categorías superiores. Verbigracia: yo anuncié, fechas atrás, que el Betis no estaba capacitado para jugar de la manera tan exquisita que Quique Setién le exige a sus jugadores. Y Dado que el equipo verdiblanco no fue goleado en el Camp Nou y tuvo la suerte de ganarle al Celta, hubo alguien que me recordó mi opinión al respecto con una sonrisa malévola. Pues bien, en Villarreal al portero Adán se le ocurrió pasarle el balón en corto a su defensa Barragán en pésimas condiciones, ante el atosigamiento de los futbolistas locales. Y, claro, los dos fueron culpables del gol con el cual empataba el equipo amarillo y ponía la primera piedra para obtener el triunfo. El Betis, como todos los equipos que quieran jugar de forma tan primorosa, careciendo de las aptitudes precisas o en momentos improcedentes, no logrará sus objetivos soñados.

Hace ya dos temporadas que vengo diciendo que el Madrid necesita un defensa central zurdo y un delantero centro. Mis lectores saben de sobra que es así. Lo del central es por dos razones: la primera es porque el equipo lograría una mejor salida del balón por la banda siniestra y además una superior capacidad defensiva. La segunda es porque Sergio Ramos ganaría muchos enteros actuando en la banda opuesta. En cuanto al delantero centro, se me viene a la memoria lo siguiente: dado que Morata quería jugar más y no se hallaba a gusto en el Madrid, el entrenador tendría que haber meditado muchísimo si era conveniente facilitarle la salida. Pero una vez tomada la decisión de traspasarlo al Chelsea, quedaba Mariano Díaz como el mejor situado para sustituir a Benzema y a cualquier otro. Varias veces recordé yo en este espacio las cualidades que adornan a M D. Incluso me quedé confundido cuando Jorge Valdano hablaba así de él: "No se equivoquen, Mariano es nada más que un futbolista que se faja con los rivales y que marca goles". Y, tras dar ese pase del desprecio, se quedó tan pancho. Pues bien, un nueve con entusiasmo, incordiante con sus marcadores y que convierta en gol casi todos los balones que le lleguen es, sin duda, lo que necesita el Madrid.