A contracorriente

Me agrada sobremanera, como no podía ser de otra forma, que haya lectores que me pregunten por qué ayer por la noche no hice la crónica del partido jugado por la Selección Española en Liechtenstein. Prueba evidente de que estaban deseando conocer mi opinión al respecto. Lo cual es de agradecer. Y les he respondido que el partido jugado en Vaduz le hace mucho daño al fútbol. Porque todo lo ocurrido, dada la ínfima categoría del rival, enmascara el verdadero estado de forma de algunos jugadores españoles y permite sobrevalorar a la selección.

Durante el partido se me vino a la memoria lo que solía decir Juan Carlos Lorenzo, de sobrenombre El Toto, entrenador argentino de trayectoria dilatada en banquillos de tronío, de tales encuentros: "Suelen engañar a los aficionados, a veces confunden a los técnicos y sobre todo a los periodistas". Y Lorenzo llevaba toda la razón del mundo. 

Por ejemplo: hoy hay gacetilleros que se relamen de gusto destacando los caños habidos, los sombreros, las ruletas... y así hasta completar un rosario de arabescos que volvieron locos a los futbolistas del Principado de Liechtenstein. Los cuales no dejan de ser Pamplinas... de la Plaza Mina. Otros no dudan en decirnos que lo mejor del partido fue, quizá, ver de nuevo a Iniesta suelto, disfrutando...

He aquí una opinión sobre Iniesta procedente de un especialista de la cosa en el periódico deportivo que dirige: "Por lo que sea, en los partidos con el Barça suele ofrecer menos participación y brío, un aire más decadente". Tampoco hace falta ser 'Ainstein' para aclarar el asunto. Andrés Iniesta, extraordinario futbolista, está ya deslizándose por la ladera conducente a la sima de su carrera. Y en el Barcelona juega formando parte de un medio campo compuesto por Busquets y Rakitic, ayudado a veces por Messi. Y, claro es, ya no está sobrado de fuerzas para estar en misa y repicando.

Frente a Italia, en cambio, Iniesta tuvo la suerte de compartir el medio campo con cinco jugadores. Así se las ponían a Fernando VII. Luego, sin necesidad aparente, Lopetegui le hizo jugar todo el tiempo en Vadu. Cuando lo lógico es que hubiera descansado o actuado un tiempo, debido a la edad y a la poca importancia del partido. Lo que me hace pensar que el seleccionador español trató de decirle al Barcelona que no desdeñe la contratación del manchego. Quien trata de renovar a precio de oro cuando los técnicos del Barça saben perfectamente que ya no está para muchos trotes.

Del partido jugado por la Selección Española en el Principado de Liechtenstein, al margen de la victoria que estaba cantada, a mí me gustó muchísimo ver a Sergio Ramos jugando por  la derecha. Por la cual anduvo haciendo de central y lateral, aprovechándose de las facilidades otorgadas por los contrarios. Lo que no obsta para que yo siga diciendo que Zidane debería haberle situado ya en ese lado diestro. En esa demarcación como central, sin duda, sale a relucir lo mejor del jugador de Camas y dejan de acentuarse sus defectos.