Ayer le dio Dani Ceballos el sí al Real
Madrid, y estoy supercontento. Le dice
un hombre, entrado en años, a otro más joven, mientras yo me encuentro muy
cerca de ellos en la playa. La noticia no me sorprende tanto como mal me suena esa
preposición que vale para todo. Super, tumescencia verbal la llamaba
don Fernando Lázaro Carreter, lo mismo ataca a millares de
ciudadanos veinteañeros, y a una multitud talluda contagiada de su
inmunodeficiencia idiomática. Y así, super
puede crecerle a cualquier adjetivo (o sustantivo) y hay miles de hablantes que
se sentirían desvalidos si no ornaran sus calificaciones con ese bubón.
A mí me parece muy bien que mi vecino de
sombrilla se sienta muy contento porque el Madrid vaya a contratar al único futbolista
que ha sido capaz en pocos días de borrar a Isco Alarcón del mapa de la predilección periodística. Aunque pronto, muy pronto, veremos a todos los
plumíferos de la cosa enfrascados en decirnos que Isco
y Ceballos deben jugar juntos y casi
todos los días y fiestas de guardar.
Conque a partir de ahora será debatida hasta la extenuación la
necesidad que tiene el Madrid de desprenderse cuanto antes de Kovacic y Lucas Vázquez, y hasta nos dirán que Modric y Kroos se han
adentrado ya en la curva descendente. Y, desde luego, no cejarán en su empeño de concienciarnos de la magia que atesora el muchacho de Utrera. El cual promete deleitar al Bernabeú con caños y regates a mogollón. Fantasía pura. Casi ná... ¡A!, también seremos informados de que Ceballos, hasta hace nada perteneciente a la cofradía de jugadores que detestan correr por ser acción de cobardes, ha cambiado de parecer hace nada y menos. En fin, que mi Madrid se hará con los servicios de un mirlo blanco.
Ayer se
produjo su presentación en el Santiago Bernabéu. Tras haber sido fichado por el
Madrid en 2015, cuando pertenecía al Real Zaragoza. Con 18 años se quedó jugando
en La Romareda para ser cedido al Eintrach de Fráncfort en la siguiente
temporada. De él nos han dicho que tiene la cabeza muy bien amueblada. Alabanza que avala el siguiente ejemplo: su entrenador,
entonces, el serbio Ranko Popovic, no
dudó en concederle los galones de capitán del equipo maño, a edad tan temprana.
A mí me habría gustado recabar la opinión de Mohammed Alí Amar, conocido
popularmente por Nayim, acerca de Vallejo. Dado sus conocimientos del fútbol en
general y del aragonés en particular. Pero hace ya muchos días que no coincido con
mi estimado amigo. A mí, y debo decirlo cuanto antes, las actuaciones de
Vallejo en el Campeonato Europeo de Selecciones Sub-21 me han generado dudas.
La principal es que su pierna izquierda carece de aptitudes suficientes para
que se desenvuelva con toda naturalidad
como central por ese lado. Semejante mengua, que no es poca, tal vez le impidió
a JV ofrecer su mejor versión en la Sub-21. Lástima que la mejor pierna del aragonés no sea
la zurda. Pues de haber sido así, amén de haberle venido al Madrid como anillo
al dedo, él le habría sacado mucho rédito a esa circunstancia.
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