Se sabe que la permanencia en un cargo durante mucho tiempo puede convertir una
labor habitual o normal en quien lo ostenta en algo rutinario. Rutina: “Costumbre inveterada, hábito
adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas”.
Pensando
en nuestro alcalde, uno a veces se pregunta cómo es posible que, después de más
de tres lustros en la poltrona, no haya
caído en el metódico, rutinario y aburrido trabajo que le sirve para hacer hoy
lo que ya hizo otras muchas veces. Aunque esa labor pueda ser mejorable en todos los sentidos.
También
supongo que Juan Vivas, cada equis tiempo, ordenará cambios en su despacho para
no sentirse asediado por la abulia entre unas paredes donde lleva ya cobijado una eternidad.
Vamos, que en algún momento una señora, que son las que mejor
saben cambiar las cosas de sitio para que todo parezca distinto, se habrá
ofrecido a mover utensilios y muebles para que el habitáculo parezca recién
estrenado. Y así su inquilino disfrute de una bocanada de aire fresco.
Aire
fresco es lo que va buscando nuestro alcalde en el equipo de Gobierno cuando
decide cambiar los cometidos de algunos concejales. O mejor dicho: lo que trata
Vivas es que los asuntos en los cuales son competentes esos gobernantes no lleguen al extremo de afrontarse por mera práctica y sin razonamientos. Es decir, mediante la siempre deplorable rutina.
No es
la primera vez ni creo que sea la última que nuestro alcalde acomete esa tarea.
Ya lo hizo en noviembre de 2016. Y la oposición vio en esos cambios de funciones -entre miembros del Gobierno- una especie de cortina de humo para tapar
acciones poco presentables. Y erraron. Pues que no iban por ahí los tiros.
Ahora,
cuando Emilio Carreira y Fernando Ramos han intercambiado cromos de poder –a petición de Vivas-, los opositores han
vuelto a la carga. Y volverán a equivocarse. La única que ha salido perdiendo
en estos intercambios de gestiones entre los consejeros de Medio Ambiente y
Sostenibilidad y el de Juventud, Deporte, Turismo y Fiestas es, sin duda, Mabel
Deu. Puesto que la Consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales será la encargada de gestionar la Publicidad
Institucional. Lidia siempre difícil. Por más que Emilio Carreira le haya
dejado la situación aclarada.
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