Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 8 de junio de 2017

Gerard Piqué es un tonto ostentoso



Me llama un amigo, durante el descanso del partido España-Colombia, para decirme si merece la pena que el seleccionador nacional, Julen Lopetegui, le siga dorando la píldora a un Gerard Piqué siempre presto a encender la discordia entre españoles. Aprovechando cualquier circunstancia deportiva para herir los sentimientos de quienes se saben de memoria los orígenes de España y que el futbolista parece desconocer.

Mi respuesta, tras haberlo escuchado atentamente, fue así: creo que estás hablando por el disgusto que te acaba de proporcionar el fallo del defensa blaugrana al alimón con Reina, en el gol marcado por el colombiano Edwin Cardona. Ya que tú, si la memoria no me falla, siempre defendiste que tenían que jugar los mejores, en cualquier equipo, aunque  éstos fueran despreciables en muchos sentidos. Que no es el caso de Piqué.  Pues lo de éste tiene más bien visos de ser tonto ostentoso.  Lamentable situación padecida por un tipo que lo tiene todo para no estar continuamente saliendo a escena con tal de figurar y aparentar.

Mi amigo responde con celeridad y hasta se le nota que mi respuesta no le ha hecho ni pizca de gracia.

-Dime Manolo, dime cuándo yo he defendido a un jugador cuyo mal comportamiento estuviera  pidiendo a gritos que se le separara del equipo en el cual estuviera prestando sus servicios.

Te lo cuento. Aunque hayan pasado muchísimos años de ello. Verás, en la temporada 82-83, siendo yo entrenador de la Agrupación Deportiva Ceuta, Manolo Delgado Meco, preparador físico del Athletic de Bilbao y de la Selección Española, a quien conocí en Alcázar de San Juan, cuando él tenía 17 años, me llamó para decirme que a Endika Guarrotxena Arzubiaga, jugador del primer equipo, le había tocado hacer el servicio militar en Ceuta. Y esta fue su petición: "Procura hacerle un hueco en tu equipo, pues es un chaval extraordinario y merecedor de que pase la mejor mili posible".

Enseguida, dada mi amistad con Delgado Meco y mi aprecio por él, me dirigí a la persona que podía ayudar a Endika y de paso al primer equipo de la ciudad. Pronto comenzaron los problemas. En principio, el jugador vasco era un auténtico abertzale y además despreciaba a los españoles y a los ceutíes en general. Así que me fueron llegando informes de la persona a quien yo le había pedido que hiciera por Endika cuanto estuviese en sus manos para que jugara en la ADC y viviera lo mejor posible en esta tierra.

Los informes eran pésimos. Su comportamiento en el cuartel era ya insoportable. Así que un día decidí hablar con él para que rectificara su proceder. Y si no lo hacía, le dije que yo acabaría por prescindir de sus servicios. Y, amén de no mejorar, lo que hizo fue empobrecer aún más sus actuaciones en los entrenamientos y en los partidos. Recuerdo que volví a charlar con él en la sala de estar de la Residencia Miramar para ver si lograba convencerle de que se estaba equivocando gravemente. Y  me contestó así:

-Yo no sé, De la Torre, cómo soporta usted a los ceutíes…

-Miré fijamente al vasco abertzale. Y le dije lo que pensaba. Lo cual me reservo para no darme pote. Inmediatamente, prescindí de él. En contra de la opinión de innumerables aficionados ceutíes, que no sabían de qué iba el asunto.

A mi amigo sólo se le ocurrió, ayer por la noche, durante el descanso del Partido España-Colombia, preguntarme que a qué venía contarle semejante historia. Y es que los hay que pierden la memoria a ciertas edades. Y, claro, a mi me dio mucha lacha tener que recordarle que él fue el más furibundo defensor de Endika en esa época.

Frase

En este mundo sólo hay dos tragedias: una es no conseguir lo que deseas; y la otra conseguirlo (Oscar Wilde).


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