Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 4 de junio de 2017

Cristiano El Grande

Sus dos goles en momentos decisivos ante tres centrales italianos conocedores del oficio hasta extremos insospechados, todos ellos fornidos, bravos y expeditivos, le hacen merecedor de volver otra vez a ganar el Balón de Oro. Pero hay más, en la primera parte el portugués se vio obligado en bastantes ocasiones a cubrir las bandas cuando 'la Juve' dominaba el partido y rompía al Madrid por los costados. 

Unos costados explotados magníficamente por Alex Sandro y Alves. Laterales adelantados que se sumaban en el centro del campo a Khedira, Pjanic Mandzukic y Dybala. Estratégicamente, y a pesar de haber marcado Cristiano el primer gol en el minuto 19, el equipo turinés se hizo con el dominio del partido y logró su empate, merecido a todas luces, por medio de Mandzukic. Éste acabó superando a Carvajal casi en la misma medida que Alves lo hacía con Marcelo.

Con Isco corriendo sin ton ni son, y Casemiro sufriendo lo indecible para evitar que  Pjanic conectara con Dybala y éste con Higuaín, el Madrid padeció bastante durante muchos minutos de la primera parte. Menos mal que tanto Kroos como Modric supieron capear el temporal cuando éste parecía que podía causar destrozos graves al equipo blanco y hoy vestido de morado.

El descanso fue para el Madrid como esa tabla a la que aspiran los náufragos hallarse en alta mar. Yo no sé lo que hablarían los jugadores en el vestuario. Pero nada más salir al césped hicieron 20 minutos arrolladores. Así que llegó el gol de Casemiro, tras un disparo lejano que desvió Khedira a la red. En ese momento, y dado que tanto Carvajal como Marcelo ya daban muestras de recuperación en todos los sentidos, Cristiano, tras gran jugada de Modric, se anticipó a sus marcadores y batió nuevamente a Buffon.

A partir de ese momento, Modric y Kroos aumentaron su ritmo e impusieron su calidad.  Y, claro, terminaron apabullando a todos los centrocampistas adversarios. Pjanic perdió el oremus definitivamente; Khedira ya no sabía lo que hacer y tanto Alves como Mandzukic se fueron diluyendo. También a Alex Sandro se le nublaron las ideas y, por tanto, Dybala e Higuaín se quedaron aislados en terrenos de nadie.

Con el partido domeñado por el Madrid, Zidane decidió hacer los cambios apropiados. Benzema dejó su sitio a Bale en el minuto 76. Y dos minutos más tarde Isco cedió el suyo a Marco Asensio. Y el mallorquín, cómo no, hizo inmediatamente el cuarto gol. ¡Qué pena que Asensio no tenga la propaganda que sí tiene Isco! Morata relevó a Kroos y así llegó a su fin el partido. Insisto: el Madrid hizo una extraordinaria segunda parte. Gracias al ritmo que impusieron Modric y Kroos

Cristiano Ronaldo, con sus dos goles y su esfuerzo defensivo en la primera parte cuando el Juventus se había adueñado del balón, y amenazaba constantemente por las bandas, se ganó el apelativo de El Grande. Con todo merecimiento.

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