El maestro Antonio Burgos nos explicó en su día, de hace ya muchos años, que hay tontos con balcones a la calle y tontos que dan a patios interiores. Y que la diferencia que tienen estos tontos de patio interior con los tontos exteriores es la siguiente: Los de exteriores son tontos con pretensiones, que no tienen conciencia de su estulticia, y que se prestan a cualquier cosa con tal de figurar y aparentar. Cuantos más balcones a la calle tengan, más cuenta se da la gente de lo tontos que son. En cambio, a los tontos que dan a patio interior, se les nota bastante menos, porque van disimulando y a veces se mueren sin que nos podamos dar cuenta de que lo son.
Siento enormemente tener que decirle a Maldini, glosador del partido Granada-Madrid en Movistar, que él entra en ese apartado de tontos con balcón a la calle del cual AB nos habló en su momento. A Maldini, documentalista de fútbol y que permanece horas y horas viendo partidos desde que amanece hasta que el sueño lo vence, se le ocurrió decirnos -cuando James había marcado dos tantos, en los primeros diez minutos y Morata otros dos entre el minuto 29 y 34, y los jugadores del Madrid decidieron tomarse un respiro- que el partido no se parecía en nada al jugado frente al Deportivo de la Coruña, porque no estaba jugando Isco. Con todo mis respetos, semejante tontería es de las que dejan huella negativa para quien se atreve a proclamarla ante millones de telespectadores.
Vayamos al grano: El Madrid comenzó el partido en los Nuevos Cármenes arrasando al equipo local. Debido a la magnífica distribución de sus jugadores en el césped. Cuatro jugadores en defensa, cinco en medio campo y un delantero. El medio campo dio una lección en todos los sentidos. Lucas Vázquez en la banda derecha, Marco Asensio buscando siempre desmarcarse de un sitio bueno a otro mejor, y Casemiro y Kovacic impidiendo cualquier tipo de maniobra de los granadinos. De modo que facilitaron la tarea de Danilo y Coentrao. También cumplieron perfectamente Ramos y Nacho. Y qué decir del extraordinario partido de James, actuando por detrás de un Morata espléndido.
Tan bien estaba jugando el Madrid que el primer tiempo se hizo corto. Al menos a mí. Así que lo lógico era, debido a que el miércoles hay partido de Champións League, que los jugadores bajaran el ritmo en la segunda parte aunque sin perder el control del partido. Y lo lograron. De ahi que tuvieran algunas ocasiones de gol. Y Zidane fue haciendo los cambios con acierto. Marco Asensio fue el primero en coger el camino de los vestuarios, cediendo su sitio a Benzema; corría el minuto 57. En el 67 Isco sustituyó a Casemiro y en el 74 Mariano entró por Lucas Vázquez.
A partir de ese momento, el Granada empezó a dar señales de vida y hasta pudo batir a Kiko Casilla en dos o tres ocasiones, pero los granadinos no le hacen un gol ni al arco iris. Pero a mí no se me ocurriría decir que el bajón del Madrid empezó nada más entrar Isco en el campo. Entre otros motivos, porque no fue así. Y de haberme atrevido a opinar de esa manera tan absurda, me habría expuesto a que me dieran el carnet de tonto con balcones a la calle.
Vayamos al grano: El Madrid comenzó el partido en los Nuevos Cármenes arrasando al equipo local. Debido a la magnífica distribución de sus jugadores en el césped. Cuatro jugadores en defensa, cinco en medio campo y un delantero. El medio campo dio una lección en todos los sentidos. Lucas Vázquez en la banda derecha, Marco Asensio buscando siempre desmarcarse de un sitio bueno a otro mejor, y Casemiro y Kovacic impidiendo cualquier tipo de maniobra de los granadinos. De modo que facilitaron la tarea de Danilo y Coentrao. También cumplieron perfectamente Ramos y Nacho. Y qué decir del extraordinario partido de James, actuando por detrás de un Morata espléndido.
Tan bien estaba jugando el Madrid que el primer tiempo se hizo corto. Al menos a mí. Así que lo lógico era, debido a que el miércoles hay partido de Champións League, que los jugadores bajaran el ritmo en la segunda parte aunque sin perder el control del partido. Y lo lograron. De ahi que tuvieran algunas ocasiones de gol. Y Zidane fue haciendo los cambios con acierto. Marco Asensio fue el primero en coger el camino de los vestuarios, cediendo su sitio a Benzema; corría el minuto 57. En el 67 Isco sustituyó a Casemiro y en el 74 Mariano entró por Lucas Vázquez.
A partir de ese momento, el Granada empezó a dar señales de vida y hasta pudo batir a Kiko Casilla en dos o tres ocasiones, pero los granadinos no le hacen un gol ni al arco iris. Pero a mí no se me ocurriría decir que el bajón del Madrid empezó nada más entrar Isco en el campo. Entre otros motivos, porque no fue así. Y de haberme atrevido a opinar de esa manera tan absurda, me habría expuesto a que me dieran el carnet de tonto con balcones a la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.