Decálogo que antecede a un Madrid-Atlético

1. El Atlético de Madrid no hace sino jugar a lo que quiere su entrenador. Y sus jugadores se afanan en cumplir a rajatabla el guión establecido. Todos tratan de someterse a la misión concreta recibida. Y quien se salga de lo acordado, si no es para mejorar lo convenido, sabe sobradamente que Simeone es poco tolerante en ese sentido. El jefe del Atlético es El Cholo. Por tal motivo, todo se reduce a él: tanto en la victoria como en la derrota.

2. El sistema táctico del Atlético es de todos conocidos. Repliegue intenso a su propio campo. Líneas juntas. Sus jugadores apenas dejan espacios. Marcajes asfixiantes. Disciplina espartana. Coberturas. Relevos. Saben soportar asedios muy cerca de Oblak, dada la confianza que en él tienen depositada. Cuando se apoderan del balón salen con ayudas permanentes para no perderlo, debido a la acumulación de jugadores existentes en su parcela. Y lo hacen con celeridad pasmosa.

3. En caso de que el rival deje una brecha, tras perder el esférico, también suelen hacer uso del despeje orientado o enviar un pase al espacio libre, a cuya búsqueda acudirá como un poseso el futbolista que esté en mejores condiciones. Mañana, posiblemente, esa tarea les corresponderá a Torres y a Griezmann. Atención al primero: por tenerle cogida la medida a Ramos. Pues sabe explotar mejor que ningún otro delantero el lado izquierdo de Sergio.

4. En ocasiones, pocas veces, los rojiblanco presionan en campo contrario y adelantan su defensa muchos metros. Acción muy rentable, porque la practican mediante movimientos muy mecanizados. Torres y Griezman serán un peligro constante. También sería craso error olvidarse de lo bien que funcionan cuando les toca emplearse por medio de faltas y saques de esquina. A los que acuden Godín y Savic con su acostumbrada eficacia.

5. ¡Ah!, mañana no creo que El Cholo Simeone cometa el error de jugar con un solo medio centro, como así lo decidió en la primera vuelta. Dándole a Isco la oportunidad de hacer el partido de su vida como media punta. Seguramente lo hará con Gabi y Saúl. Flanqueados por Koke y Carrasco. Así que no hace falta ser pitoniso para augurarle un partido complicado al Madrid. Vamos, de los que hay que sudar de lo lindo, salvo imprevistos absurdos, para ganar.

6. Con la cantidad de preocupaciones que debe tener Zinedine Zidane, en víspera del partido contra El Atlético, un periodista va y le pregunta si se ha quedado más tranquilo al saber que Isco ha dicho que no se irá al Barcelona. Y el entrenador del Madrid contesta así: "Claro". Dando muestras evidentes de buena educación. Ya que la pregunta está preñada de idiocia. Ahora es cuando pega decir que hay gente pat´ò. 

7. Seguimos con el entrenador del Madrid. Quien sabe que el rival al que se va a enfrentar mañana es temible. Mucho más temible cuando actúa en el Bernabéu. Ya que en ese escenario sus jugadores suelen crecerse y realizan partidos magníficos. Y es que los nervios de tan grandes rivales suelen apoderarse más de quien actúa cual local. Los tres puntos de mañana valen un Potosí para el conjunto merengue. Amén de ser un soplo de aire fresco para viajar a Múnich.

8. Para que el Madrid gane el partido no sólo debe Zidane acertar con la alineación sino también conocer de antemano la mejor disposición para penetrar por esa pared ordenada de adversarios en su propio terreno. Y, como ya he dicho anteriormente, a una distancia entre 15 o 20 metros de distancia de Oblak. De quien no nos cansamos de decir que es capaz de salvar a los suyos en trances muy difíciles.

9. Ante esa muralla atlética resulta inútil el fútbol de salón. La cabriola, el regate en corto y el pasecito horizontal. Lo que no conduce a nada. Si acaso se logra un cierto atractivo visual para amantes del arte de pacotilla. De modo que la BBC deberá atacar y luego evitar las acometidas de los laterales Y sobre todo adentrarse en su parcela y no dejarles pensar. Decirlo es muy fácil... Pero el Madrid está obligado a hacerlo.

10. El Madrid necesita hacerse con las riendas del medio campo. El centro del campo, lugar donde se cuecen los éxitos y los fracasos, no será nunca de los locales si los visitantes logran imponerse con fuerza y velocidad, que es tanto como decir en entereza y sentido de anticipación. Por consiguiente, mañana procede que Benzema, Cristiano y Bale redoblen sus esfuerzos a la hora de ayudar a Kroos, Modric, Casemiro y, naturalmente, a sus dos laterales, que suelen despistarse muy a menudo.