Algeciras-AD Ceuta F.C.

Quedo enterado, tras leerlo en  Ceuta Actualidad, que ayer se enfrentaron el Algeciras y la AD Ceuta FC. Partido que otrora levantaba pasiones a ambos lados del Estrecho y que ahora pasa casi inadvertido. De aquellos encuentros conservo yo recuerdos imborrables. En principio, conviene resaltar que tanto El Mirador como el Murube se ponían  a tente bonete. Es más, una hora antes los estadios se hallaban ya abarrotados.

Las calles de ambas ciudades se llenaban de aficionados ávidos de diversión y de paso a ver si el triunfo de su equipo les hacía olvidarse de los problemas del vivir diario. Tales partidos, como todos los correspondientes a enfrentamientos entre clubs de poblaciones cercanas, eran un espectáculo. Qué aficionado ceutí no recuerda, amén del ya citado Algeciras-Ceuta, los jugados en San Fernando, Jerez, Cádiz, La Línea de la Concepción  o El Puerto de Santa María.

A mí, la verdad sea dicha, me entusiasmaba ser uno de los protagonistas de aquellos acontecimientos deportivos. Por más que yo supiera que las derrotas en esos partidos suponían tener que apechugar con las críticas desmedidas de mis aficionados. Y qué decir del comportamiento de los hinchas furibundos. Quien escribe, por haber sido entrenador del Algeciras, Portuense y Agrupación Deportiva Ceuta, ha vivido muchos de esos enfrentamientos. Y debo decir que en muchos momentos las pasé canutas.

Se me viene a la memoria un Algeciras-Agrupación Deportiva Ceuta en El Mirador, correspondiente a la Copa del Generalísimo  -donde el equipo caballa salió victorioso-, porque, por indicación de la Policía, hube de esperar dos horas para salir del Estadio y aun así no me libré de los gritos de una multitud enfurecida que me esperaba con aviesas intenciones.

Y qué decir de mi visita a La Línea de la Concepción para jugar frente a la Balona entrenada por mi querido amigo Jaco Zafrani. Faltaban diez segundos para acabar el partido y el empate a cero era celebrado por los aficionados algecireños. Pues bien, Mesa, jugador nacido en San Roque y que luego fue figura en el Sporting de Gijón, marcó el gol en el último suspiro y le dio el triunfo al equipo entrenado por Jaco. Ni que decir tiene que nuestro autobús tardó un mundo en llegar a Algeciras, debido a los problemas que nos plantearon nuestros  aficionados.

Tampoco se me olvida un Jerez-Portuense, en el antiguo Estadio Domecq, dirigido por Pérez Sánchez, árbitro murciano, ya fallecido, con triunfo para los de mi pueblo, y del que tengo una anécdota que parece surrealista. La cual contaré otro día que venga al caso. Y así podía seguir enumerando partidos considerados de mucha rivalidad y, desde luego, distintos. Muy distintos a cualesquiera otros. Eran otros tiempos. Y no se puede decir que mejores. Pero yo no cambio, créanme, aquellas sensaciones futbolísticas por las que se viven ahora, por ejemplo, en un Algeciras-AD Ceuta FC.