El pésimo partido jugado por Modric, debido a sus imprecisiones en los pases, quizá porque aún no se halla en su mejor estado físico, tras haber estado lesionado varias semanas, sea el mejor indicador de por qué ha jugado tan mal el Madrid frente a un Nápoles compuesto por jugadores cortos de estatura, veloces y peligrosos en los desmarques de ruptura
El equipo napolitano evidenció bien pronto que renunciaba a jugar con un delantero centro que le sirviera de referencia a los centrales del Madrid. Pero ello no era óbice para que atacara con muchos jugadores y lo hacían ocupando el largo y ancho del campo. Manejaba muy bien el balón el joven Diawara y alrededor de él se movían Mertens, Hamsik, Callejón e Insigne. Fue éste quien marcó el primer gol en el minuto siete. Debido a un despiste de los centrales y la pifia consiguiente de Keylor Navas.
Cundió el pánico en las gradas y mucho más al comprobar que Modric y Kroos no acababan de dominar la parcela central del campo. Por más que James, con libertad de movimientos, tratara por todos los medios de echarles una mano. Tampoco Cristiano daba la talla y a Benzema, más combativo que en otras ocasiones, se le negaba el gol. Menos mal que en el minuto dieciocho remató con la testa el tanto del empate. También es cierto que la defensa del Nápoles daba facilidades.
Llegó el gol de Kroos nada más comenzar la segunda parte. Aprovechando que Reina no estuvo lo diligente que debía en el segundo tanto recibido. Pero el Madrid seguía carente de ritmo y muy mal situado en el campo. Marcelo, por ejemplo, atacaba sin orden ni concierto y sin que mediara la sorpresa en sus acciones. Carvajal tampoco tenía su día. Y, cuando menos se esperaba, Casemiro hizo el gol de su vida. Gran gol -de magistral volea- el logrado por el futbolista brasileño. Corría ya el minuto cincuenta y tres.
A partir de ese momento, todo fue un querer y no poder por ambas partes. Cierto que el Madrid disfrutó de mejores ocasiones que el Nápoles. Pero los locales seguían sin dar muestras de estar en el mejor momento físico y por ello faltos de la debida lucidez. Fueron llegando los cambios pero no se modificó el marcador.
A mí no me gustó el Madrid. Como no me gustó la actuación de Marcelo. Ni la de Cristiano. Ni la de Modric -quizá porque éste nos tiene muy mal acostumbrado- Tampoco veo que Sergio Ramos esté en su mejor estado de forma. Y, desde luego, los laterales del Madrid son desbordados con suma facilidad. El Nápoles los puso a prueba y las pasaron canutas. Eso sí, el resultado logrado por el Madrid puede ser suficiente para pasar la eliminatoria.
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