Decía Kant que tres cosas ayudan a soportar las penurias de la vida: la esperanza, el sueño y el humor. Para alimentarse de esperanza, resulta imprescindible aceptar que ésta tiene que ser más ciega que la fe. De no ser así, no cabe otra cosa que echar mano de la desesperación. La cual invita a poner el grito en el cielo, al desmelenamiento, al gesto airado...
Quedarse paralizado ante cualquier problema es convertirse en un ser desgraciado. Y no olvidemos que la gente desgraciada es peligrosa. Se me viene a la memoria lo siguiente: A los que me quieren, los quiero; a quienes no me quieren, que me respeten; y a los que no me respetan, han de saber que la réplica está a la vuelta de la esquina.
El sueño. Yo digo al respecto lo que decía Josep Pla; ese genial prosista del siglo XX: Siempre he dado mucha importancia, desde el punto de vista de la salud y de la higiene, al dormir. En realidad creo que dormir es más importante que comer, que la satisfacción de cualquier otra necesidad física. Esto, claro, no se le puede decir a una señora porque las señoras los quieren, a veces, despiertos...
Yo tengo asumido que muchos de los errores cometidos por mí, a lo largo de mi vida, han sido causados por dormir poco y desordenadamente. Lo que me ha llevado a cometer acciones insensatas, a expresarme mediante un lenguaje desprovisto de medida y, naturalmente, a establecer juicios temerarios. Quede bien claro, pues, la importancia que concedo al dormir.
El humor. Todo humorista dice cosas muy serias. Así que el humor no está al alcance de cualquiera. Y mucho menos de las personas intolerantes. Los españoles no tenemos ningún sentido del humor, sino un sentido trágico de la risa. En vez de quitarle aristas a la vida, le añadimos unas cuantas más (Landa).
Y acabamos el asunto con otra cita: El humor es la única arma que les queda a los débiles frente al poder opresor. El poder no usa el humor, porque no admite bromas (Gorbachov). Así que no resulta extraño que el sentido del humor se pierda dos o tres meses antes de ejercer un cargo público. Habrá excepciones. Faltaría más.
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