El Madrid no funcionó en la primera parte en la medida que la eliminatoria lo exigía. Por más que Kroos y Kovacic pudieran en todo momento con el centro del campo del Celta. El alemán ponía orden y el croata desbordaba con su peculiar maestría -conduciendo el balón-, las dos primeras líneas del equipo gallego. Pero no recibían ayuda ni de Isco -un cero a la izquierda, una vez más- ni tampoco de Marco Asensio. En el peor partido que uno le recuerda al mallorquín de los que ha jugado hasta ahora en el Madrid. Era Danilo, sin embargo, con su trabajo por la banda, quien se encargaba no sólo de anular a Bondonga, sino que además era el único de los defensas que auxiliaba a sus dos medio centros.
Atenazados por los nervios, los jugadores celestes no daban dos pases seguidos y encima tuvieron la fortuna de que una intervención de Ronaldo Cristiano fuera al larguero y otra al poste. Hasta entonces dominaba el Madrid, pero sin que el portugués ni el francés supìeran moverse como deben hacerlo dos delanteros centros. Sobre todo el segundo. Que hizo un partido malo de solemnidad. Tampoco Iago Aspas lograba aprovecharse de la lentitud de Casemiro en espacios cortos. De modo que el primer gol de su equipo llegó en una jugada desafortunada. En la cual Danilo no tuvo culpa alguna. Dado que el balón se tropezó con él.
Zidane decidió no hacer cambios en el descanso. Y el Madrid siguió jugando en inferioridad manifiesta. Puesto que Isco y Asensio seguían perdidos. Ni defendían ni tampoco enlazaban con los delanteros. Menos mal que Cristiano marcó el gol de falta y el empate convirtió al equipo de Eduardo Berizzo en un auténtico flan. Llegaron los cambios de Asensio por Lucas Vázquez y de Isco por Morata. Muy tarde. Demasiado tarde. Y encima Wees, aprovechando un despiste de Casemiro y Ramos, obtuvo el segundo tanto del Celta.
A partir de ahí -minuto 84- el Madrid quiso y Lucas Vázquez, en un saque de esquina ejecutado por Kroos, empató el partido. Pero la suerte ya estaba echada. Ahora dirán los gacetilleros que la culpa es de Danilo. Que no sólo comete errores sino que es gafe. Que es el peor adjetivo que se puede adjudicar a cualquier persona y mucho más a un profesional que no ha caído bien en el Bernabéu desde su llegada. Y que hoy en Balaídos ha sido uno de los jugadores más destacados. Y, por supuesto, continuarán dándonos la tabarra con las bondades de Isco.
En fin, el Madrid ha sido eliminado de la Copa del Rey por haber jugado desacertadamente en el Bernabéu. Y también, cómo no, porque en Balaídos Zidane cuando marcó el Celta se quedó como la mujer de Lot. Hay más: la velocidad de Cristiano brilla por su ausencia. Y juega a trompicones. El gol no lo redime de su mala actuación. Y la de Benzema es para... bueno, para que deje de jugar.
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