Zinedine Zidane
He sido de los primeros en decir que el sistema táctico empleado por el entrenador del Madrid en el Pizjuán fue bueno, muy bueno. Y sigo manteniendo, al día siguiente de pronunciarme así por escrito, que la distribución de los jugadores madridistas en el campo resultó ser la más adecuada. Hasta el punto de que Sergio Ramos, actuando en el centro de una defensa compuesta por tres centrales, jugó como en sus mejores años. A pesar de estar en un ambiente hostil hasta la náusea. No obstante, llevan razón, mucha razón, quienes han culpado a Zinedine Zidane de dormirse en los laureles cuando quedaban escasos minutos para que acabara el encuentro. ¿Cómo no se le ocurrió al técnico romperle el ritmo agónico al Sevilla antes o después del empate? Camarón que se duerme... Tal vez ZZ estaba ya soñando con una gloria más. Sin caer en la cuenta de que hasta el rabo, todo es toro.
Keylor Navas
Tras estar el costarricense convaleciente de una operación, Kiko Casilla ocupó la portería del Madrid y sus actuaciones fueron magníficas. Se mostró con ese sosiego que lucen los guardametas cuya carrera se ha forjado en escenarios grandiosos y además han conseguido éxitos rotundos. Aún me acuerdo de su formidable actuación frente al Valencia en el Bernabéu, la temporada pasada. Pues bien, tras recuperarse Navas, Zidane decidió otorgarle la titularidad por los méritos contraidos anteriormente. Y a mí se me ocurrió opinar mal de esa decisión. Alegando que Casilla merecía la continuidad. Ahora, cuando las críticas acerbas han arreciado contra Keylor, debido a los errores cometidos ayer, creo que es conveniente otorgarle la justa confianza. Cambiar los porteros, ante la menor duda, ni es bueno ni rentable.
Marcelo
Negarle espectacularidad a su juego es como decir que la nieve no es blanca. Juego que, en bastantes ocasiones, atenta contra la razón y desemboca en un fútbol que bien podría ser tildado de surrealista. No es extraño, pues, que haya narradores y comentaristas que celebren alborozados los arabescos que se saca de la chistera el brasileño. Importándoles un bledo y parte del otro que, a renglón seguido, cometa pifias tan absurdas como dañinas para su equipo. Nunca es conveniente transgredir unas normas que son claras: en zonas peligrosas hay que cortar por lo sano. Marcelo nunca ha entendido lo que evidencia la realidad. Así que él sigue atentando contra los convencionalismos del deporte rey. El Madrid necesita, cuanto antes, hacerse con los servicios de un lateral zurdo, cuyo bien jugar no esté reñido con la disciplina defensiva.
Cristiano y Benzema
Ambos eran los más beneficiados del sistema con que se empleó el Madrid en el Pizjuán. Esto es, tres centrales, dos laterales adelantados con el fin de unirse a tres centrocampistas, siendo uno de ellos, Casemiro, escudo de la defensa. Ahora bien, pocas veces se les vio cumplir con sus cometidos correspondientes a los conceptos tácticos establecidos, tanto en ataque como a la hora de evitar que los rivales salieran jugando el balón desde atrás. Ni Benzema ni Cristiano dieron muestras de estar comprometidos con la misión asignada. Tan fácil que no necesita explicación. Puesto que en un 4-4-2 o en un 3-5-2, los movimientos de los dos delanteros son de manual. Hoy se habla mucho de la endeblez mostrada por Navas, pero muy poco del pésimo partido jugado por las dos estrellas pertenecientes a la nominada BBC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.