Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Gran partido en el Bernabéu

Tras el gran partido de Modric en el Camp Nou, elogiado por propios y extraños, por haberse adueñado del medio campo durante toda la primera parte, hoy le ha ocurrido algo que suele ser habitual, y me explico: Al volver Casemiro a su demarcación en el centro del centro del campo, como escudo de la defensa y haciendo labores de ayudas a todos sus compañeros, el croata se ha visto alejado de una zona en la cual se había sentido tan a gusto como acaparador de todo el juego de su equipo. De modo que, durante muchos minutos, ha estado más perdido que nunca antes le habíamos visto. Tratando de acomodarse por los exteriores del césped sin sentirse nunca a gusto.

A pesar de las imprecisiones de Modric, de las deficiencias defensivas de Marcelo y de Ramos, el Madrid aceptaba el ritmo que imponían los jugadores alemanes. Y los contraataques surgían por ambas partes. Menos mal que la rapidez y la calidad de Varane aparecían en momentos donde la velocidad de Aubumeyang sembraba el deconcierto en el equipo blanco. Hasta el punto de que Zidane se vio obligado a encomendarle a Lucas Vázquez que se cambiara de banda con James. Para echarle una mano a Marcelo.

Cierto es que el B. Dortmund dejaba brechas en su defensa y por una de ellas entró Carvajal, tras recibir un balón de Casemiro, y su pase lo envió Benzema a la red, anticipándose al portero. El gol le dio alas al Madrid pero no por ello se arredró el conjunto alemán. Que siguió a la suyo: irse cada vez que podía hacia  la portería defendida muy bien por Navas. Quien en el minuto treinta y nueve hizo una parada magistral a una falta sacada por Schürrle.


El Madrid salió en la segunda parte dispuesto a resolver el partido. Y a los siete minutos apareció la pierna de James, su izquierda de oro, y le puso a Benzema el balón en la cabeza. El segundo tanto no amilanó a los visitantes que siguieron creando peligro porque Modric no tenía su noche y el 4-3-3 se rompía por más que Lucas Vázquez corriera como un poseso. Carreras que le fueron mermando su claridad de ideas cuando de manejar el balón se trataba.

En ese ir y venir de ambos equipos, un fallo de Carvajal, pérdida de orientación en el marcaje, permitió a los alemanes acortar distancia por medio de Aubemayang. A partir de ahí el Madrid tuvo tiempo y ocasiones para lograr su tercer tanto. Pero no lo hizo. Y todo hacía indicar que en cualquier momento se podía producir el empate. Modric dejó su sitio a Kroos y Benzema a Morata. Y el empate se hizo realidad. Marcelo, pésimo como defensor, perdió un balón porque sí, porque él se lo puede permitir todo, y Aubemayang, un bólido, dejó en evidencia a Ramos, poniéndole el balón a Reus para que éste lo empujara a la red.

En fin, el empate tampoco es malo para el Madrid. Ni mucho menos. Ya que ser segundo le permite eludir en el sorteo a equipos de mucho cuidado. El problema está en las facilidades que el equipo de Zidane ha dado en defensa. En la cual fallaron Ramos y Marcelo. Y en la que Varane rayó a gran altura. En cuanto a la composición del medio campo, línea vital, ojalá que Zidane acierte en su composición, ahora que vuelve a contar con todo sus componentes.¡Ah!, James además de jugar muy bien lo hace siempre buscando la portería contraria.





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