A Isco, después del partido frente al Atlético de Madrid, lo pusieron en los cuernos de la luna; fue ensalzado y situado en el más alto pedestal. Por haber hecho una buena primera parte, jugando a su aire, por detrás de Cristiano Ronaldo y teniendo las bandas cubiertas por Lucas Vázquez y un Bale que decidió sacrificarse en tareas defensivas como nunca antes lo había hecho. Y qué decir del partido jugado por Modric y sobre todo por Kovacic. Ambos descollaron lo indecible. Sobre todo el segundo.
De modo que Zidane, con buen criterio, decidió repetir alineación y sistema, introduciendo un solo cambio para jugar frente al Sporting de Lisboa. Equipo aguerrido y basando su contraataque en la velocidad de Gelson Martins. Éste, en el partido de Madrid, llevó por la calle de la amargura tanto a Marcelo como a Sergio Ramos. Por tal motivo, el entrenador del Madrid decidió que Ramos jugara hoy de central por la derecha y Varane en la izquierda. Para evitar que no se repitiera la misma historia. Y acertó plenamente. Pues gracias a Varane el naufragio de Marcelo no terminó en desgracia.
Tan bien ha estadoVarane -aunque no hubiera sido el autor del primer gol de su equipo- como colosal ha sido la actuación de Kovacic. Curioso: mientras los medios siguen festejando a Isco y aireando que éste ha decidido exigirle al Madrid el oro y el moro para una posible renovación, el jugador croata, a la chita callando, está siendo arquetipo de cómo se ha actuar en el medio campo a tiempo completo. Y si a orillas del Manzanares ya jugó francamente bien, hoy, cuando Bale ya no defendía de la misma manera que lo hizo ante los rojiblanco, e Isco más que correr trotaba y perdía balones porque sí, y Cristiano había decidido holgazanear, Kovacic volvía a dar la talla de enorme futbolista. Con la inestimable ayuda de Modric.
Llegó el gol de Varane y el Madrid, con su 1-4-4-1-1, no acababa de dominar el partido. No finalizaba las jugadas y, por tanto, sufría lo indecible por el lado de Marcelo. Dado que Bale era más extremo que volante e Isco era un cero a la izquierda. Poco o nada podemos poner de bueno en su haber. Si acaso alguna pincelada de esas que encandilan a quienes gustan de los arabescos. De modo que Cristiano, entre su pereza y la soledad en la cual se hallaba, no daba el menor miedo a sus paisanos.
El Sporting de Lisboa, que ya se había hecho merecedor de un tanto, por su tenacidad y sus deseos de sorprender al Madrid con velocidad, lo logró cuando estaba jugando con diez por la expulsión de Joao Pereira. Gracias a una desatinada intervención de Coentrao -sustituto de Marcelo- y que no está aún en condiciones de jugar partidos de tantas exigencias. De penalti empató el equipo portugués. Pero antes, Asensio había sustituido a Bale -lesionado- y Benzema a Isco. Y el Madrid empezó a dar señales evidentes de que podía dejarse los tres puntos en un campo donde se imponía ganar.
El gol de la victoria lo logró Benzema. Cuya entrada, al menos, distrajo la atención de los zagueros portugueses, que hasta entonces habían domeñado por completo a Cristiano Ronaldo. Asensio y Lucas Vázquez redoblaron sus esfuerzos para ayudar a los mejores del partido, junto con Varane, esto es: Modric y sobre todo Kovacic. Lo de Isco, jugando por detrás de Cristiano, puede valer siempre y cuando Bale se sacrifique de la misma manera que lo hizo frente al Atlético, y Lucas Vázquez no deje de correr de principio a fin. De no ser así, Isco no tiene sitio fijo en el Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.