Magnífica primera parte del Madrid

El Betis fue un equipo menor vapuleado por el Madrid desde que comenzó el partido. Un Betis sometido al dominio de una medular visitante en la cual mandaban dos jugadores: Kroos y Kovacic. Los dos se hicieron dueños del campo. Amparados por Pepe y Varane que estuvieron magníficos. Tan estupendos como para solventar las deficiencias defensivas de un Marcelo cuya actividad se basó en buscar el marco contrario antes de defender el propio.

Los  consabidos desvaríos del brasileño sirvieron para que Joaquín pudiera demostrar que aún tiene cuerda para rato. Aunque nada de lo que hizo le valió a su equipo en absoluto. Puesto que Alegre no tuvo su noche y tampoco Rubén  Castro, desplazado a  una banda, creó peligro alguno. Sobre todo porque Carvajal no le dio opciones.

La forma de actuar de Isco dejaba entrever que le habían encomendado jugar a su aire. Y se  dejó ver por todas las zonas del campo menos por el lado de Marcelo. La banda por la que también se movía Cristiano. Semejante error, frente a conjuntos de más lustre, es pohibitivo. El Betis de Poyet empezó perdiendo a los tres minutos de juego. Kroos, a balón parado, le puso el balón a Varane en la cabeza. Y los jugadores verdiblanco empezaron a deslizarse por la senda de los despropósitos. De modo que Adán recogió tres veces más el balón del interior de su portería.

Marcaron para el Madrid, el ya reseñado Varane, Benzema, Marcelo e Isco. Gol que le cedió Pepe al hombre nacido en Arroyo de la Miel tras una extraordinaria jugada de todo el conjunto. Con cuatro a cero el Villamarín sonaba ya a griterió ensordecedor contra Gustavo Poyet. En cuya cara se reflejaba la soledad del entrenador que sabe lo mal que lo va a pasar desde ahora en Sevilla.

La segunda parte, con los cambios realizados por el entrenador del Betis, la bronca correspondiente en el vestuario y aprovechando un descanso tomado por Kroos y Kovacic, dado que Isco no ayudaba a nadie en defensa, los futbolistas del Betis marcaron su gol y hasta estuvieron  varias veces a punto de lograr algunos más. Pero Pepe y Varane seguían dando muestras de gran seguridad y deseos de hacer las cosas bien. Con la practicidad que se les requiere a los zagueros.

Isco obtuvo el quinto gol. Por cierto, magnífico. Y Cristiano logró el sexto. En ese momento el Villamarín estaba ya casi vacío y los aficionados que quedaban  no se cansaban de gritar a voz en cuello: "¡Poyet, vete ya!". Lo cambios de Zidane fueron lógicos. Sobre todo porque Lucas Vázquez, Morata y Asensio merecen muchos minutos de juego. Ahora bien, Kovacic, debido al gran partido que estaba jugando, se merecía haber continuado hasta el final.

Gran victoria del Madrid, por supuesto. Y una primera parte soberbia. Pero sería absurdo silenciar los errores cometidos por el equipo merengue. Yerros que son los de siempre. Esto es, los crónicos. Y por tanto, los que muchas veces  acaban en derrotas o en pérdidas de puntos que claman al cielo. Marcelo es como es... Con lo cual necesita por su lado un volante que sea capaz de prestarle su ayuda cuando se sume al ataque.