Los rumores sobre Zinedine Zidane

Los tres partidos empatados por el Madrid están siendo aprovechados por ciertos periodistas para decirnos que el presidente del Madrid tal vez esté buscándole sustituto a Zinedine Zidane. Incluso se han atrevido a mencionar el nombre de Arsène Wenger, entrenador del Arsenal, como su posible relevo. Rumor que yo considero infundado.

Y lo creo así, no porque a Florentino Pérez no se le haya pasado por la cabeza, ante tres resultados raquíticos, semejante idea; sino porque el actual entrenador del Arsenal es un auténtico perdedor. Un señor acostumbrado a las derrotas. De la misma manera que hay otros entrenadores que no dejan de tener una flor en salva sea la parte y lo confirman obteniendo triunfos hasta cuando sus equipos juegan mal. Y hasta muy mal.

Cierto es, y conviene decirlo, que Zidane ha cometido errores de bulto en los tres últimos partidos. Dos correspondientes a la Liga Santander y otro a la Champions League. Frente al Villarreal permitió que su equipo volviera a caer en la abulia con la cual se desenvolvió ante el Sporting portugués. Una apatía y un desinterés que Cristiano Ronaldo llegó a denunciar en su momento. Por más que él fuera el primer implicado en evidenciar un deseo de ganar mediante el mínimo esfuerzo.

En el Estadio Gran Canario, teniendo como rival a la U D Las Palmas, resultó encomiable la labor de James emparejado con Roque Mora; medio centro organizador de su equipo. Ese día, el yerro cometido por el entrenador del Madrid no se produjo  por sustituir a James por Kovacic, de ningún modo; sino por no encargarle al croata la misma misión que al colombiano.

Misión concreta, consistente en atosigar a RM y aprovechar sus deficiencias defensivas y sus pérdidas de balón en terrenos peligrosos para los suyos. De hecho, el primer gol del Madrid se produjo por una entrega en corto y en horizontal de la estrella canaria. Luego, debido a la imprudente y maleducada respuesta de Ronaldo Cristiano al ser cambiado, Zidane dejó entrever una desazón que le impidió ver cómo su equipo jugaba a la ruleta rusa durante el tramo final del encuentro. Y el empate se hizo realidad por acceder a intercambiar golpes.

Sergio Ramos lleva ya mucho tiempo naufragando. Pero su entrenador no se atreve a buscar soluciones. En principio, Ramos (cuya cintura lleva camino de parecerse muy pronto a la que exhibía Ronald Koeman en su ocaso como jugador. Y que sólo le permitía jugar de frente, valíendose de su extraordinario sentido de la colocación y amparándose en su pierna derecha, un cañón), si continúa actuando en el lado izquierdo, seguirá siendo una auténtica bicoca para sus rivales. ¿Por qué entonces Zidane no lo sitúa en la derecha y a Varane, mucho más rápido y flexible, en la izquierda? Aunque éste también sea diestro.

Frente al Borussia Dortmund pudimos ver cómo Moussa Dembélé, futbolista con desparpajo, veloz, incisivo y con regate, puso al descubierto, una vez más, las muchas carencias de Sergio Ramos. A quien daba pena verle a merced del delantero alemán. Por lo que me resulta difícil comprender que Zidane sea tan conservador en el caso de Ramos y, sin embargo, arriesgara dándole la titularidad a Keylor Navas en un escenario muy difícil para cualquier portero y mucho más para uno que llevaba meses sin jugar por estar recuperándose de una grave lesión.

Meno mal que el fallo del guardameta costarricense, clamoroso y por tanto pagó el peaje de un gol, no lo arredró. Y su actuación fue excelente. Ahí la suerte se alió con el entrenador francés. A partir de ahora, Zidane debe ser consciente de que sus errores serán castigados con duras críticas y rumores de todo clase y condición. Que serán mucho más fiables que el propalado acerca de Arséne Wenger. El cual no deja de ser, según mi parecer, una trola de señores que tratan de desestabilizar al equipo y al club.