Fernando Jover

La última vez que hablamos fue el 19 de abril de 2015. Y aquel día me contó que se había jubilado, meses atrás, y que estaba dispuesto a vivir de manera muy distinta. Fernando Jover, por si alguien no lo sabe, estuvo muchos años como director del Centro Asociado de la UNED en Ceuta.  Desde entonces no volvimos a coincidir hasta hoy. Que es cuando nos hemos hallado en la plaza de África.

FJ parece haberse quitado años de encima. Su aspecto es inmejorable y así se lo manifiesto. Faltaría más. Porque además de ser verdad, verdad de la buena, a los amigos conviene insuflarles ánimos a cada paso. Tras los saludos, sinceros donde los haya, no sé por qué decido preguntarle si él cree que habrá unas terceras elecciones.

Y Fernando Jover Cao de Benos y de Les, que todo eso se llama nuestro hombre, responde lo siguiente: "En verdad, Manolo, parece justo y necesario proclamar que la democracia es la forma menos mala de gobernarse los pueblos. Y aún sería más divulgable sí, para que marche, no fuera preciso atravesar cada poco una campaña electoral; así que yo espero que nos libremos, como se está asegurando, de una comparecencia en las urnas por tercera vez".

Saco a relucir el dilema que acucia al Partido Socialista Obrero Español.  El cual tiene forzosamente que elegir entre dos soluciones, ambas malas. Y le pido su opinión acerca de una situación que se fue envenenando con el transcurrir de los días y que terminó en la sede de los socialistas, más o menos como el rosario de la aurora.

Fernando Jover me dice que los hechos sucedidos han sido posibles por la terquedad evidenciada por Pedro Sánchez. Tozudez no compartida por muchos de los barones de su partido y sobre todo horrorizados porque pudiera producirse un gobierno con Podemos y los nacionalistas que sueñan con romper la unidad de España. Es decir, tratan de hacerla añicos. 

Pero ¿tú crees, Fernando, que la forma de actuar de Felipe González ha sido la correcta en semejante lucha intestina?

-Mira, Manolo, Felipe González, y creo que conviene recordarlo, fue presidente del Gobierno de una izquierda que, por primera vez en España, gobernaba en solitario. Y, por si fuera poco, estuvo como presidente cuatro legislaturas. Por consiguiente, su sapiencia política, que nadie le va a discutir a estas alturas, será la que le hizo intervenir semanas atrás con el fin de evitar algo peor que el peaje que acabará pagando su partido por abstenerse para que gobiernen los populares.

La charla, siempre tan instructiva cuando el interlocutor es Fernando Jover, me ha permitido, además, enterarme de que mi amigo lleva mucho tiempo ejerciendo de andariego. Incluso me ha dejado pasmado conocer la cantidad de kilómetros que hace al día. Y, cómo no, todo ello aderezado con una tanda de ejercicios realizados en varios aparatos instalados en su domicilio.

Y a mí se me ocurre decirle a FJ que nunca es tarde para sacar fuerzas de flaqueza y ponerse en forma.