Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 9 de octubre de 2016

España está en el buen camino

Julen Lopetegui decidió jugar frente a Albania con un sistema que le puede venir muy bien para partidos ante rivales de mucha más enjundia y calidad. Puesto que tanta acumulación de futbolistas en el centro del campo teniendo a un rival que defendía con nueve y dejaba adelantado a Bashi para vigilar a Busquets, me ha parecido una exageración.

Aunque conseguida la victoria, siempre le quedará al seleccionador la satisfacción de haber ensayado jugar con tres centrales. Pero bien haría Lopetegui en no olvidar que el primer gol llegó gracias a la pifia cometida por E. Berisha y cuando el dominio de España seguía siendo de una esterilidad impropia en jugadores de tanta calidad.  

Los centrales fueron Ramos, Piqué y Monreal.  El primero, después de mucho tiempo, volvió a situarse en el lado derecho y mejoró actuaciones. Claro que sí. Y es que en esa demarcación es donde el camero tiene su rincón de seguridad. Que es lo que ha perdido en lado izquierdo. Se retiró del campo lesionado. Y en cuanto a Piqué, tan buen jugador como muy capacitado para cometer desatinos e imprudencias, metió otra vez la pata hasta el corvejón al hacerse tirabuzones con los colores de la camiseta española. Semejante acción echa por tierra su historial en la selección.

Hablemos de fútbol: por delante de los tres zagueros españoles estaba Busquets, Haciendo de escudo protector de  ellos. Un trabajo que bien podría haber hecho vestido de frac. Y un escalón más arriba se alineaban de izquierda a derecha Koke, Iniesta, Silva, Thiago y Vitolo. Con Diego Costa comprometido y luchador pero huérfano de asistencias y carente de espacios.

Koke y Thiago hacían de laterales adelantados con el fin de tapar los espacios que pudieran dejar Monreal y Ramos ante los ataques de los albanos por las bandas.  Pero dado que ellos no salían de su campo, lo que España estaba pidiendo a gritos era jugar con dos extremos tan hábiles en ataque como laboriosos a la hora de replegarse. Y los tenía en el banquillo: Nolito, Callejón y Lucas Vázquez.  Sobre todo cuando Iniesta y Silva ya no estaban para muchos trotes y el tiro desde la media distancia seguía sin aparecer. A pesar de que la posesión era escandalosamente favorable a los nuestros.

Pero fue entonces cuando el guardameta albano cometió un error mayúsculo. Dar un pase por el centro a un compañero y el balón cayó en los pies de Vitolo, que hasta entonces no había hecho nada, y su pase a Silva y el de éste a Diego Costa terminó en gol. Un tanto que dejaba herida de muerte a la selección albana. Que ya necesitaba para ganarle a España no sólo los dos milagros que pedía su seleccionador, en la previa del partido, sino media docena.

La entrada de Nolito puso de manifiesto que nuestra selección necesitaba atacantes por las bandas. Y su gol así lo confirmó. Asegurando un resultado que se había resistido muchos minutos y que, gracias al portero local, se pudo cantar victoria. Aun así, España está en el buen camino. Y, desde luego, se ha podido comprobar que el sistema táctico empleado hoy por su seleccionador podría mejorarse con extremos capaces de desbordar a sus marcadores mediante velocidad y regates, como asimismo dispuestos a cerrar espacios por sus bandas cuando les toque defender.

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