En atención a los lectores

Tengo la suerte de que muchas personas me aborden por la calle para decirme que me leen todos los días. Mentiría si no dijera que el hecho me agrada sobremanera y que yo correspondo dedicándoles a mis lectores la mayor atención. Por más que en muchas ocasiones se muestren críticos con mis opiniones. También suelen ponerme al  tanto de sus gustos.

Así que los hay partidarios de que opine de fútbol, otros prefieren los pareceres políticos o bien los escritos costumbristas. Escritura del lugar dedicada a evocar lugares o personas y que es muy agradecida. Pues hace posible que aumenten los lectores considerablemente.

Últimamente, conviene destacarlo, vengo recibiendo quejas porque -cito textualmente- no tiro a degüello a los políticos y sobre todo a los que ostentan cargos. Hoy me lo han vuelto a recordar. Y se me ha ocurrido contestar que estoy cansado de adoptar la posición de satírico, de hombre que fustiga con acritud comportamientos o errores de los políticos. Máxime en una ciudad donde todo se hiperboliza y los odios van acompañados de venganzas implacables.

No olvidemos que así como en las grutas los murciélagos se aferran a las paredes y unos a otros, así todos los políticos permanecen en sus partidos, temiendo ser separados de la organización. Y hasta los que no se pueden ver, que no son pocos, suelen solidarizarse cuando a uno de ellos se le zurra la badana.

Puesto ya a dar explicaciones a mi interlocutor, como agradecimiento por acceder a este blog, le digo que el poder político trastorna incluso a personas que resultan valiosas en sus profesiones, y si embargo son capaces de buscarle la ruina a cualquiera que se les atraviese en su camino. Eso sí, normalmente suelen acabar mal. Pero...

Sí, claro que sí; llevas razón en decirme que la política atrae a los sinvergüenzas como la miel a las moscas porque la política es poder, y el poder, dinero, que es lo que buscan esos... Ahora bien, estarás conmigo, querido lector, que los políticos honrados, que sin duda los hay, tienen que tener mucho cuidado con sus amistades.