Juan Jiménez

Coincido con Juan en la Barriada El Sardinero. Y nos ponemos a charlar. Y la verdad es que nos cunde. La conversación, tras los saludos de rigor, la empieza él, diciéndome que ya ha leído Aires de Ceuta. Y a partir de ahí yo no tengo el menor inconveniente en explicarle las razones existentes para que el blog se publique en Ceuta Actualidad.

Con Juan he mantenido siempre muy buenas relaciones. Pero mentiría si no dijera que tiempo hubo también para las discrepancias. Aunque éstas duraron siempre un amén. Y lo mejor del caso es que el disentir, en ocasiones, fortalecía nuestra amistad.

No cabe la menor duda de que el fútbol ha generado entre nosotros discusiones. Si bien debo confesar que JJ jamás trató de saltarse a la torera los conocimientos que él me otorga en esta materia. De la cual me considera perito. Y me consta que lo suele decir a quien quiera oírle.

En lo concerniente a la política, sin embargo, en lo único que coincidimos es en las agallas que hay que tener para criticar al gobierno establecido. Sobre todo en ciudades pequeñas. Mi amigo, por tanto, no tiene el menor inconveniente en mencionar los nombres de dos opinantes que han derrochado mucho valor en esta tierra.Y remata el quite con esta revolera: valor sereno.

Yo entiendo a Juan Jiménez. Y, por tal motivo, mi respuesta no podía ser otra que la que sigue:

-Mira, Juan, en estos momentos yo trato de hacer un costumbrismo sano, crítico, irónico. Y sé que a muchas personas les agradaría más que sacara a relucir el costumbrismo de las malas costumbres, o sea, el costumbrismo donde prevalezca la crítica ácida. Ya que, como dijo alguien, aquí se condena el costumbrismo aplaciente. Porque desagrada mucho eso de tó er mundo es güeno. Pero ya está bien de pagar peaje... Todo tiene su límite.

Juan Jiménez asiente. No en vano él sabe, por haber escrito en periódicos, que la tarea encierra muchas dificultades. Tantas como para asumir que se puede ser perseguido con saña por parte de lo más representativo de la endogamia local.