La terrorífica entrada de Payet a Cristiano Ronaldo, nada más empezar un partido con dominio francés, sin que Mark Clattenburg, árbitro inglés, se diera por aludido, dejó a Portugal sin su mejor jugador y sin referencia en ataque. Y, claro, nadie daba un duro por los portugueses. Máxime cuando el medio campo de los franceses gozaba de superioridad númerica. Ya que mientras William Carvalho se encargaba de tapar a Griezmann, Pepe y Fonte perseguían a Giroud.
Poco a poco, con Cristiano fuera del campo, los portugueses echaron mano del oficio de muchos de sus jugadores y pusieron algo de orden por medio de Cuaresma y de Nani. Nada del otro mundo. Pero sí lo suficiente para que la actuación de Sissoko, convertido en una fuerza desatada de la naturaleza, no lograra desnivelar el partido en momentos donde hasta el árbitro no dudaba en colaborar con la selección anfitriona.
Los jugadores portugueses decidieron defenderse con enorme entusiasmo y una disciplina espartana ante la mayor calidad y condición física de sus oponentes. Si bien a medida que pasaban los minutos fueron percatándose de que llegar a la portería contraria les resultaba mucho más difícil. Y que la ausencia de CR tenía que ser cubierta por otro jugador capaz, al menos, de servir de referencia en la que apoyarse con balones largos.
Fue entonces cuando el seleccionador portugués, Fernando Costa Santos, hizo cambios acertados. Eligió a Éder para que se fajara con los centrales franceses y además le dio entrada en el equipo a Moutinho para que éste lograra dirigir el juego y poner en movimiento a Nani, a Cuaresma y al ya citado Éder. Fueron momentos de intercambios de golpes que resolvieron los porteros y los postes de ambas porterías.
Sin embargo, los cambios realizados por el seleccionador francés no dieron los resultados apetecidos y, en cuanto Sissoko perdió hasta el segundo aliento, Francia se quedó a merced de cualquier contraataque de sus rivales. Fueron momentos en los que uno se dio cuenta, una vez más, de que Pogba está sobrevalorado y también de cómo Umtiti pierde los papeles en cuanto se ve superado. Jamás pudo con Éder. Al cual le correspòndería marcar un gran gol y que ha valido un Potosí para Portugal.
Fernando Costa Santos, seleccionador portugués, ha conseguido una proeza: hacer campeón de Europa a un equipo de medio pelo que cuenta con Cristiano Ronaldo. Uno de los mejores jugadores del mundo. Muchas veces, todo hay que decirlo, el mejor. Aunque ayer por noche, en Saint-Denis, al ser lesionado por Payet, no participó de la victoria. Proeza, pues, de los portugueses. Y una pregunta: ¿por qué Xavi Hernández no le entregó el trofeo al jugador del Madrid?
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