El Madrid mereció ganar

Un Madrid sin Cristiano siempre da alas a cualquier adversario. Y si encima Zidane decidió que jugara un Benzema carente de condición física y no haciendo nada a derechas, a mi me dio por pensar que así se las ponían a Fernando VII. En este caso, a Manuel Pellegrini. Pero su equipo no fue  capaz de aprovecharse del fútbol impreciso que jugó el Madrid durante la primera media hora. Debido a que sus jugadores perdían la pelota muy pronto y no inquietaban a Hurt. Menos mal que tanto Bale como Lucas Vázquez  cerraban las bandas e impedían que Silva y Navas hicieran nada práctico. Y además, por si fuera poco, no aparecía De Bruyne. Por lo cual el Kun Agüero se quedó aislado y en zona de nadie.

La lesión de Silva le vino al Madrid que ni pintiparada. Ya que Carvajal se quitó un gran peso de encima y sus primeros compases dubitativos fueron a menos y acabó centrándose en una tarea defensiva y ofensiva, merecedora de notable. También Pepe y  Ramos cogieron la onda mientras Marcelo era el único que seguía como siempre: complicándose la existencia. Aunque de ello no supo aprovecharse un Navas desdibujado.

Primera parte, pues, con más pena que gloria y en la que Casemiro volvíó a ser ese escudo de la defensa y en todo momento atento a corregir los deslices de Kroos y Modric. Hay que decir que la presencia de Casemiro hace posible que tanto el jugador alemán como el croata puedan ya permitirse jugar con más soltura y hasta con más decisión ofensiva. La primera parte, sin ser soporífera, cabe decir de ella que sólo tuvo la emoción por el resultado.

La segunda parte, en cambio, comenzó mejor. Una mejora que alcanzó su plenitud a partir del minuto setenta de partido. Sucedió entonces que el Madrid mereció el gol. Ya que las pérdidas de balón fueron a menos y Modric se adueñó del medio campo a la par que Casemiro y Kroos ayudaban lo indecible. Hubo penalti a Bale. Hubo un remate al poste de Jesé -sustituto de Benzema- y hubo también una ocasión manifiesta de gol que Pepe estrelló en el pecho del portero inglés.

El Manchester City parecía entregado y trabajando afanosamente para no encajar ese gol fatídico que podría haberle dejado ya fuera de la eliminatoria. Pepe, inconmensurable en defensa, dejó sin recursos al Kun Agüero. Se bastó y se sobró para acudir a los lados y hasta le arrebató un balón el veloz Sterling, cuando éste se disponía a fusilar a Keylor Navas. Ramos mejoró actuaciones pasadas, aunque su juego, como el de Marcelo, sufre altibajos tan inexplicables como peligrosos. En el Madrid, la salida de Isco por Kroos fue testimonial. Eso sí, sorprende que James no cuente para Zidane.

En suma, así se las ponían a Fernando VII; es decir, a Manuel Pellegrini. No creo que a éste se le vuelva a presentar otra ocasión como la de hoy para haberle ganado al Madrid. También Zidane es merecedor de reproches por alinear a Benzema sin condición física, y dejar a James fuera del equipo. No hubiera estado mal ver al colombiano como delantero flotante, o falso delantero, por delante de centrales como Kompany y Otamendi. A veces la imaginación surte efecto.