Parece que fue ayer cuando a Ricardo Muñoz, siendo alcalde de esta ciudad, lo tildaban de ser el responsable de que los terrenos de la Gran Vía fueran los más parecidos a un vertedero inmundo. Había en ellos muros por derruir, suciedad a raudales y maleza que crecía en aquel espacio ruinoso. Llegó a ser considerado como un espectáculo denigrante.
Ricardo Muñoz reconocía que la ciudad estaba sucia, pero a su vez defendía a Ingeniería Urbana, empresa encargada de la limpieza pública: Ésta, decía, se limita a cumplir lo que hay reflejado en el pliego de condiciones. En el cual no consta ni limpieza de jardines, ni de mercados, ni de playas, ni de solares. Y vaticinaba lo siguiente: "Ciudad Limpia" lo hará mejor. Amén de que en privado el alcalde solía decir que Ceuta estaba todo lo limpia que podía pagar.
Treinta y cinco años atrás, "Ciudad Limpia" fue motivo de escándalo en Ceuta. Pues los concejales de la oposición hablaron de corrupción y los plenos se convirtieron en un escenario tremebundo. Tal es así que agentes de la Policía Local intervinieron en varias ocasiones para impedir que los grotescos desencuentros acabaran como el rosario de la aurora.
Yo tenía conocimiento de cuanto estaba sucediendo por medio de quien era entonces delegado con mando en plaza en la ya reseñada "Ciudad Limpia". Y jamás se me ocurrió darle a la sinhueso en la medida que aquel asunto maloliente requería. Puesto que me habría visto obligado a mencionar nombres y, créanme, que nunca me apeteció hacerlo. Aunque mentiría si no dijera que en la alacena de mi memoria están todos e incluso anécdotas correspondientes a aquella época.
Tras el largo introito, les diré que todos queremos que nuestra ciudad sea la más pulcra, cuidada y agradable. Para, además de disfrutarla, poder presumir de ella a voz en cuello y a la menor ocasión. Todos queremos, como es lógico, que las recogidas de basuras dejen las calles y plazas extraordinariamente limpias. Deseamos fervientemente que papeleras y contenedores estén siempre en perfecto estado de revista. Exigimos que las calles sean baldeadas a cada paso...
Todo ello, y mucho más, es lo que se le viene exigiendo a TRACE desde que comenzó su labor. Sin pararnos a pensar que tan alto nivel de limpieza es muy difícil de sostener. Por dos razones muy principales: Porque Ceuta estará todo lo limpia que pueda pagar. Y porque los ciudadanos no somos todo lo cuidadosos que debiéramos ser con la higiene en las calles.
Ah, me niego a admitir lo que se me viene diciendo cada dos por tres acerca de las críticas constantes a que está siendo sometida TRACE: que éstas son motivadas porque los hay que no ven con buenos ojos que una empresa local participe de manera tan importante en una tarea imprescindible. De ser cierto, sería causa de vómito. De todas formas, yo creo que TRACE está haciendo muchas cosas bien. Lo cual no es óbice para que nunca se produzca el conformismo.
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