Me llama un matrimonio amigo, desde El Puerto de Santa María, y ella, Rosario, va y me dice: "Hemos estado dando barzones por el centro y, cuando hemos llegado a casa, le he dicho a Pepe: "Vamos a Dar Las Pascuas a Manolo... Que siempre fue con nosotros Más bueno que el pan de Picos".
Nada más oír las dos locuciones andaluzas en un solo párrafo, no me resisto a escribir las que siguen.
Tener un quebradero de cabeza. Tener relaciones ilegítimas. Ejemplo: Don Antonio tiene un quebradero de cabeza con una señora del barrio de la Piedad.
Hasta verte Jesús mío. Locución que procede de un cura que tenía un jarro, en cuyo fondo había pintado un retrato de Jesús, y cuando bebía, se expresaba de tal guisa: "Hasta verte,. Jesús mío". Con lo que se bebía el jarro entero.
Tener tripas por estrenar. Se debe a un individuo que es reservado y callado, pero del que se sospecha que oculta malas intenciones o se espera de él alguna mala faena. Verbigracia: "No te fíes de Fulano porque tiene tripas por estrenar".
Chuminá. Cosa sin valor. Insignificancia. Derivado de minucias y cominerías. Para indicar una estupidez o una insignificancia total, se suele decir eso de la chuminá de la tía Carlota. A la tía Carlota, a lo que se ve, la tomaban por el pito del sereno
Birria. Cosa despreciable. "El coche es una birria". El origen es de Birra, cerveza en italiano. Los soldados andaluces acostumbrados a buenos vinos, al llegar a Milán, donde se concentraban las tropas para Flandes, y para las campañas de Italia, tomaban la cerveza con desagrado y de ahí surgió la comparación, extensiva a cualquier género inferior en calidad.
Achararse. Azararse, y éste se deriva del conejo o la perdiz asustados por la presencia de un azor, ave de rapiña que les ataca. En general achararse en Andalucía significa ponerse tímido, cortarse, encontrarse acomplejado ante personas desconocidas o superiores, o cuando se teme una burla de una mujer. Que suele ser hiriente de veras.
Borde. Es lo que cada dos por tres le llama Alfredo Relaño a José Mourinho. La palabra es medieval, y figura en la Crónica del Reinado de don Pedro I. Quien le dijo a su hermano: "Ah, sois vos, bastardo". Estas palabras fueron las últimas que pronunció don Pedro, ya que el bastardo de don Enrique de Trastámara, que iba a parlamentar, se arrojó sobre él a traición, mientras que por detrás le sujetaba el mercenario francés Beltrán du Guesclin, jefe de las Grandes Bandas. Así pues, borde significa bastardo.
En Andalucía se conserva la palabra bastardo, pero se ha olvidado su significado pristino, y así borde se entiende en Sevilla como un individuo indeseable, malintencionado, insolente. En Córdoba se dice al que es un atravesado, o de intenciones torcidas. En Málaga se dice borde al que es traicionero. Cuando Relaño le llama borde a Mourinho no creo que sea para regalarle el oído.
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