Goleada de escaso mérito

¿Cómo es posible que de un equipo que ha marcado diez goles no haya motivos suficientes para reconocerle méritos por tamaña goleada? ¿Cómo es posible que quien escribe se acuerde solamente de lo ocurrido durante los quince primero minutos del partido? Respuesta: porque el Rayo Vallecano, con su intrépida situación en el campo y su conocimiento de los puntos débiles del Madrid, marcó dos goles en un abrir y cerrar de ojos, superando el conseguido por Danilo, apenas empezado el encuentro. Y, claro, los aficionados madridistas se enfadaron y el nerviosismo cundió en el césped.

Paco Jémez. El entrenador del Rayo hizo lo que en él es costumbre: distribuir a sus jugadores de modo y manera que buscaran el marco contrario cuanto antes. En esta ocasión, no creo equivocarme si digo que arriesgaron más que nunca. Y hasta lo hicieron mejor que otras veces. ¿Por qué esa mejora? Porque Lass, jugador veloz y hábil, le sacó los colores a Ramos y a Marcelo. Hizo diabluras por ese costado. Y su actuación le valió a los visitantes para causar desconcierto en todas las líneas del Madrid.

Aun así, Danilo, junto a Bale el más entonado de su equipo cuando el Rayo estaba adueñado del campo, marcó un gol y parecía que todo iba a cambiar, pero ¡que si quieres arroz, Catalina! Lass redobló sus esfuerzos y sus aciertos y el equipo vallecano se puso ganador por dos tantos a uno. Amén de mostrarse dominador del campo y crecido en todos los sentidos. Tan crecido como para que Tito, aguerrido en exceso, cometiera un error imperdonable: buscando la tibia de Kroos con afán de bruto. Así que se lo puso fácil a Iglesias Villanueva: quien le enseñó la roja y a la ducha.

Iglesias Villanueva, a quien le recuerdo arbitrajes muy protestados en el Bernabéu, en esta ocasión falló lamentablemente contra los visitantes. Jamás debió expulsar a Baena por un quítame allá esas pajas con Ramos en un saque de esquina. Se le fue la olla al árbitro gallego y nos dejó sin espectáculo. A partir de ahí más que goles lo que deseaba mucha gente, y yo el primero, es que el encuentro acabara cuanto antes.

Benítez, vuelvo a redoblar el tambor, tiene una gran plantilla pero no ha logrado todavía formar un equipo. Y le va a costar lo indecible dar con una alineación principal, sobre todo porque ha caído mal entre los aficionados y tampoco tiene el respaldo de la prensa. Sin tales apoyos, mucho me temo que no se atreva a prescindir de ciertos futbolistas que están pidiendo a gritos la suplencia. Verbigracia: Ramos y Marcelo  no están en estos momentos en condiciones de jugar a pleno rendimiento. El Madrid  necesita, cuanto antes, reforzar la defensa con un central que maneje la pierna izquierda. Por razones obvias.

En rigor, el Madrid ha marcado diez goles y no obstante nada ha demostrado que nos obligue a decir que su mejora ha sido palpable. Porque sigue con los mismos defectos que vimos en Villarreal. Tampoco es conveniente olvidar que Cristiano y Benzema tocaron el primer balón cuando el Rayo se quedó con diez futbolistas. Así cualquiera...