Dura prueba para Rajoy

Me llama por teléfono algunas veces. Pues le agrada sobremanera que yo le hable de una ciudad que él vivió intensamente durante varios años. Me consta que el nombre de Ceuta no se le cae de la boca. Pero no quiere que su nombre salga a relucir. A pesar de haber ocupado un alto cargo con más aciertos que errores. Ni que decir tiene que charlar con él es un placer.

-¿Qué te parece la situación política que se ha generado tras las elecciones de ayer? -me pregunta tras los saludos de rigor.

-Qué te voy a decir que tú no sepas mejor que yo desde aquí a Lima. Entre otras cosas, amigo, porque en los años ochenta ya mandabas tú tela marinera en tu partido. Pues en aquellos entonces, la mayoría absoluta os daba una seguridad pasmosa.

-Cierto es. No cabe la menor duda de que el Parlamento es un palenque sin interés popular, cuando aparece gobernado con intransigencia por quien ostente la mayoría. Pero nos sirvió para afrontar los problemas generados por más de tres millones de parados, debido a una falta de concertación social entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos. Padecimos los crímenes de la ETA. Sufrimos la delincuencia en las calles a gran escala por mor de las drogas. Y nos vimos precisados a subir los impuestos para hacer frente a las obligaciones emanadas de un estado social, y a los compromisos de un nuevo modelo de Estado, con diecisiete Gobiernos y Parlamentos. Hicimos mucho con poco.

-A propósito: ¿ha fracasado el modelo de Estado con 17 Comunidades Autónomas?

Sí.  Porque no ha alcanzado su objetivo capital, y que era el de extender el protagonismo a todo el país, con un sentido democrático más puro. Y lo que ha sucedido no ha sido otra cosa que el nacimiento de 17 Estados pequeños, con sus centralismos claros, y algunos de ellos con la idea de Nación y de gobernarse plenamente, como son  los casos de Cataluña y del País Vasco, con un sentido de independencia respecto al resto del país y del Estado. Lo cual ha creado desigualdades y ha logrado que se inocule el veneno separatista.

-¿Sigues pensando igual de los nacionalistas?

-Claro que sí. El tiempo, además, me está dando la razón. Mira, Manolo, los nacionalistas vascos y catalanes no tienen otro objetivo político que los propios, y aparecen en el Parlamento de la Nación de la misma manera que lo hacían los guineanos o los saharianos en las Cortes del Régimen de Franco. Sus problemas son única y exclusivamente los propios, y también los defienden en Madrid. Todo lo demás les resbala. Y ahora, con los resultados habidos en las elecciones de ayer, se les presenta la oportunidad de sacar tajada mediante alianzas.

-¿Podrá formar Gobierno Mariano Rajoy?

-Lo tiene crudo. Pedro Sánchez tampoco lo tiene fácil. Por más que se diga que la derecha es el enemigo común para toda la izquierda. Amén de que la izquierda socialista no tiene nada que ver con la de Podemos. La diferencia es abismal. Y podría ahondar en ese asunto hasta aburrirte.

- ¿Verías bien un pacto PP y PSOE?

-Todo antes que llegar a una situación en la que se pueda poner a España al borde del abismo. Pero...   Rajoy tendrá que pasar por una prueba muy dura. Y está obligado a dar la talla.