Humor

Rafael Azcona, creador en la Codorniz de el Repelente Niño Vicente, un gran éxito de humor, fue reconocido como el mejor guionista español por películas como El pisito,  Plácido, El verdugo, La escopeta nacional, y otras más. Así que  le preguntaron al respecto y lo definió así: "El mejor humor es involuntario". Y puso el siguiente ejemplo: "La selección de fútbol está jugando fatal, y el comentarista insiste, una y otra vez, en que técnicamente es una maravilla. En efecto, eso es humor".

Humor es cuando Camacho, tan laureado como futbolista en el Madrid y en la selección, actúa como comentarista y se convierte en un apasionado defensor de los nuestros. España nunca juega mal. Del Bosque nunca se equivoca. Casillas no falla jamás. La culpa de los errores cometidos por nuestros futbolistas son siempre motivados por la inclemencia del tiempo o por el mal estado del terreno de juego.

Humor es el extraordinario tratamiento que recibe Isco por parte de comentaristas y glosadores, todos ellos ahítos de cursilería, como si el señor Alarcón hubiera inventado el fútbol. Ayer, en el partido frente al Shakhtar,  el humor duró hasta que los ucranianos comenzaron a marcar goles y todas las jugadas se fraguaban por la banda derecha del Madrid. Porque mientras Isco estaba en Babia, Carvajal las pasaba canutas.

En Babia suele hallarse Isco casi siempre. Excepto cuando pierde los papeles y decide darle una patada al primero que pasa por su lado. Humor negro que es premiado con una estruendosa ovación por gran parte de la concurrencia, alegando razones de amor propio. Y hasta los hubo que dijeron que sacó a relucir el espíritu de Juanito. No me digan que no es para reír a mandíbula batiente.

Humor del bueno es el de Rafa Benítez. En un principio dijo que venía dispuesto a impedir que al Madrid le marcaran tantos goles por fallos impropios en el sistema táctico. Pues bien, en los últimos tres partidos han sido 10 los goles recibidos. Y Benítez no ha dudado en manifestar que lo sucedido es debido a que su equipo busca siempre el gol sin mirar hacia atrás.

No sé quién dijo que el sentido del humor se pierde dos meses antes de ejercer un cargo. Pero Benítez aún lo conserva. Y lo practica. Pero su humor acabará matándonos a los del Madrid, a base de risa sardónica. La cual, por si alguien no lo sabe, es una risa de dolor y amargura producida por ver tan maltrecho al equipo con el que uno se identificó desde que vestía pantalones cortos.