El 23 de octubre pasado, viernes, le dediqué este espacio, diciendo de él, entre otras cosas, que es persona ambiciosa. Y que su deseo de poder apasionado más que perjudicarlo le había servido siempre para ser de los primeros de la clase en cualquier actividad que decidiera emprender. Y que esa forma de ser, amparada por su valía, sobre todo por su gran formación y su bien pensar, le había convertido en un político con peso específico en el seno del Partido Popular.
No obstante, dado que uno a medida que ha ido cumpliendo años ha ido también afinando la glándula pituitaria, me atreví a vaticinarle a Francisco Márquez que no iría como candidato al Congreso en las próximas elecciones generales. Y acerté. Lo cual no tiene mérito alguno, claro que no; porque era algo que estaba cantado.
¿Dice usted que desea saber el motivo por el que yo estaba tan seguro de que Paco Márquez se iba a quedar a la luna de Valencia? Ahora mismo se lo digo: PM es inteligente, muy inteligente... Pero pensar bien a tiempo completo es imposible. Esto es, que hasta tipos como él suelen cometer una pifia. Un desacierto en algún asunto o conversación. Y mucho más en una actividad como la política. Donde cada cual ha de conocer a sus enemigos.
Ahora bien, lo que no sé es si él esperaba semejante castigo. Máxime cuando llevaba un tiempo disfrutando de cometidos especiales en Madrid. Hasta el punto de que se había dado a conocer como un peso pesado de las tertulias televisadas. O sea, que se había convertido en un diputado tan conocido como brillante. Lo cual no ha sido obstáculo para que a Paco Márquez le hayan frustrado todas las esperanzas que a buen seguro tenía depositadas en continuar cuatro años más en su cargo.
Semejante desengaño debe haberle causado a Márquez un momento de irritación; de cólera, vamos. No me cabe la menor duda. Y hasta puede que se haya acordado de algunos compañeros y no para desearles nada bueno. Lo comprendo. Y aun se habrá tomado su tiempo antes de escribir esa carta abierta que hemos leído, para no hacerlo atropelladamente. Lo asevero. Porque de no haber sido así, no le habría salido tan bien. Con tanto temple. Que es la mejor medicina para afrontar los momentos malos.
Sí, la carta escrita por FM demuestra que sabe morderse la lengua. Que no es fácil en su situación. Que ha evidenciado tener maneras, aceptando el castigo recibido sin dolerse públicamente. Como si lo estuviera esperando. Y, por tanto, ha asumido su desengaño como hombre de partido. Poniendo buena cara al mal tiempo. Tal vez porque está seguro de que, en su momento, será nombrado para algo... Y es que me cuesta creer que el PP pueda dejar a Paco en la estacada. Mi opinión es que éste seguirá estando bajo la égida del partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.