El Madrid dominaba a un Sevilla venido a menos últimamente porque los locales no daban pie con bola en el medio campo. Krychoviac N'Zonzi, Vitolo, Benega y Konoplyanka, vaya nombrecitos, estaban a merced de Casemiro, Modric, Kroos y hasta Isco parecía que andaba mejor que en otras ocasiones. Pudo marcar Nacho, con su pierna menos buena, pero lo impidió el poste. Mas el gol del Madrid se veía llegar. Lo logró Sergio Ramos con una espectacular chilena. Golazo. En esa jugada se resintió de su lesión y fue sustituido por Varane.
Se habían jugado ya veintidós minutos y había ya hechos destacados. El equipo local estaba cohibido, más bien asustado y el público comenzaba ya a mostrar su disgusto. De pronto, a Isco, como en tantas otras ocasiones, se le ocurrió irse del lado derecho a no sé qué sitio y dejó solo a Trémoulinas. Y éste decidió entrar por su banda, una y otra vez, hasta inyectar estado de ánimo a sus compañeros. Así que éstos pudieron inquietar a Kiko Casilla y comprobaron que estaba hecho un flan. También Mariano, el lateral derecho, viendo la abulia de Cristiano Ronaldo, decidió sumarse al ataque. Y el equipo de Emery no sólo se recuperó sino que fue superando a su rival ante la desidia de Benítez.
A medida que el Sevilla crecía gracias al soplo de aire fresco que sus laterales le insuflaban a sus compañeros de la zona central del campo, el entrenador del Madrid no hacía nada para cortar esas vías de agua que auguraban malos presagios para los suyos. Tras el descanso, los errores del Madrid se iban acrecentando mientras que los aciertos del Sevilla se convertían en goles. Y el juego de los visitantes produjo ya bochorno hasta que terminó el partido.
Un partido en el cual causó vergüenza la actuación de Cristiano Ronaldo. ¿A qué juega el portugués? ¿Por qué el entrenador del Madrid no tiene bemoles suficientes para sustituirlo? ¿Por qué el entrenador del Madrid permite que Isco juegue andando? Con una parsimonia que aborta todo intento de contraataque. Y encima suele desmarcarse de un sitio bueno a otro peor constantemente, dejando que su par se convierta en el mejor atacante: caso del ya reseñado Trémoulinas.
La derrota del Madrid en el Sánchez Pizjuán, por cómo se ha producido, crea incertidumbre en sus aficionados y va a generar dudas en su entrenador.Y todo porque no fue capaz de percatarse de por qué se le estaba escapando la victoria. No supo en ningún momento cortar de raíz la incipiente mejora del conjunto local. Insisto: mejora que le fue posible gracias a la ayuda que sus laterales le prestaron a sus compañeros del medio campo cuando éstos estaban hundidos en la miseria futbolística.
Benítez tiene una gran plantilla. Quizá la mejor que ha tenido en su ya dilatada vida de entrenador. Y uno tiene la impresión de que no se atreve a tomar decisiones en momentos claves por el qué dirán... Así que me imagino cómo se estará lamentando en estos momentos de no haber sido capaz de cerrarle al Sevilla las bandas con Lucas Vázquez y Cheryshev, por ejemplo, cuando los sevillanos descubrieron que por esos pasillos se podía conseguir la victoria. El 4-4-2 del Madrid es un coladero por sus costados si los delanteros no defienden.
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