Martínez Magín (Ventura). Futbolista y entrenador. Le vi jugar en el estadio Domecq, en los años grises de la posguerra, cuando Ventura, que había vestido los colores del Atlético de Madrid, Valladolid, Hércules de Alicante, Cartagena y otros equipos, llegó al Jerez CD. Jugaba de extremo y ponía a contribución de su equipo una técnica excelente.
Como entrenador, Ventura Martínez tuvo una larga trayectoria, jalonada de éxitos. Los equipos que le contrataban sabían que se aseguraban un porcentaje altísimo de obtener el ascenso. Vivía el fútbol con pasión y era muy bueno tácticamente. Yo tuve la suerte de tenerlo a mi vera en el Portuense, como secretario técnico, y debo decir que me prestó los mejores servicios.
Con VM llegué yo a un acuerdo en El Puerto de Santa María: el cual consistía en que, terminados los partidos en el José del Cuvillo, ambos teníamos que ir al Motel Caballo Blanco, que estaba a escasa distancia del campo, a charlar sobre lo que había acontecido en el terreno de juego. Nos lo pasábamos bomba. Y, desde luego, de esa interrelación nos beneficiábamos los dos. Especialmente yo.
Ventura Martínez tenía, como Napoleón, la cualidad de dar una cabezada y poder estar horas y horas viajando en su Vespa, antes de tener coche, para ver partidos y jugadores, sin perder la compostura. Era capaz, ya metido en años, de salir de Jerez o de El Puerto y llegar a Ciudad Real, verbigracia, tan pimpante. Eso sí, regresaba al cabo de unos días con una lista de futbolistas tan buenos como accesibles a la economía de los equipos modestos.
En nuestras conversaciones, que fueron muchas y en las que hablábamos de todo, pues VM era persona cultivada, me respondió a una pregunta que le hice acerca de las prisas que siempre se daba en ser contratado, tras haber obtenido gran éxito la temporada anterior, por cualquier club que en ese momento no estaba a la altura de su categoría. Esta fue su respuesta:
-Lo primero que yo hago cada temporada es hacer caja, cuanto antes, para asegurarles los estudios a mis hijas. Y para que nunca falte de nada en mi casa.
Eran otros tiempos... Sus hijas, según supe en su momento, hicieron carreras brillantes. Nacido en Madrid (1915), Ventura Martínez Magín fue un gran hombre. Un extraordinario futbolista. Y gran entrenador.
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