Periodista que popularizó el seudónimo de Balpiña escribiendo de fútbol en el Diario de Cádiz. Luis Balbontín era de Madrid, pero llegó a Cádiz en 1941. Lo hizo como funcionario del Instituto Nacional de Previsión, lo que en la ciudad se conocía como la "Caja Nacional". Pero pronto hizo periodismo en la radio y escribió en el diario de la capital. Aquel periódico cuyas páginas parecían auténticas sábanas y que en los días que había levantazo mantenerlo abierto resultaba más difícil que pegarle naturales a un miura cuando semejante viento asentaba sus reales en la Bahía Gaditana.
A Balpiña me lo presentó Juan Martín: funcionario municipal de El Puerto de Santa María y directivo del Portuense. Estaba yo disfrutando de mi etapa como futbolista juvenil y presto ya a foguearme en categoría nacional con el primer equipo de la ciudad. Y debo decir que Luis Balbontín Márquez me cayó bien. Pasados varios años, no sé si fueron cinco desde que nos conocimos, y siendo Balpiña un gran altavoz en su programa deportivo en Radio Cádiz y en el diario, recuerdo que estaba yo en el Ramón de Carranza viendo jugar al Cádiz un partido de preparación para afrontar en las mejores condiciones la promoción de permanencia en el Grupo II de la Segunda División A, frente a la SD Éibar; tras haber eliminado este equipo al Talavera y haber ganado el primer encuentro de su eliminatoria al Huesca.
Como yo me había enfrentado al Éibar en dos partidos, alguien le dijo a Balpiña que nadie mejor para informarle al respecto. Y el periodista, consagrado en Cádiz en todos los aspectos, tuvo a bien hacerme varias preguntas acerca del equipo guipuzcoano. Y lo primero que le dije es que en el Éibar jugaba un tal Gárate... Cuya participación en el conjunto armero era tan vital como necesidad había por parte de sus rivales de anular sus evoluciones.
Mis declaraciones se publicaron y hasta se anunció que Balpiña y un futbolista del Cádiz, creo que se llamaba Moreno, aprovechando que se hallaba lesionado, irían a Éibar para ver jugar al equipo que había obtenido un magnífico resultado en tierras aragonesas. Balpiña y Moreno, por lo que fuere, quizá por pereza de viajar tan lejos, se quedaron en Madrid. Así que cuando regresaron a Cádiz y fueron preguntados por Gárate y su equipo, dijeron que ambos eran muy flojitos en todos los aspectos. Es decir, que mintieron
El Cádiz viajó a Guipúzcoa convencido de que Gárate y el Éibar valían menos que nada. Y se encontró con una derrota por 2-0 en Ipurúa y Eulogio Gárate fue el mejor de los contendientes. En el partido de vuelta, temporada 64-65, que tuve la suerte de ver, EG hizo diabluras en el Carranza. La eliminatoria, sin embargo, quedó empatada y ambos equipos hubieron de recurrir al desempate en campo neutral. El campo del Plus Ultra resultó elegido. En Ciudad Lineal ganaron los gaditanos. Con ayudas arbitrales.
José Eulogio Gárate estuvo una temporada en el Indauchu. Y luego hizo la carrera que hizo en el Atlético de Madrid. Luis Balbontín Márquez, a quien llamaban Balpiña, nunca me perdonó que yo contara lo ocurrido.
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