Pedro. Como espectador de la Premier League, y seguidor del Chelsea, mentiría si no dijera que esperaba con auténtico interés el partido del equipo londinense frente al West Bromwich Albion. Máxime cuando Pedro jugaba por primera vez en el equipo entrenado por José Mourinho. Equipo, por cierto, necesitado más que nunca de la victoria y que otra vez vio peligrar por quedarse con diez jugadores, al ser expulsado Terry. Lo cual viene a demostrar que los árbitros suelen ser severos con los blues.
Pedro tuvo el debú soñado por cualquier futbolista. Estuvo magnífico durante muchos minutos del encuentro. Veloz, combativo, con visión de juego y de gol, el futbolista canario contagió de entusiasmo a sus compañeros. Que andaban alicaídos por un mal comienzo de temporada y sobre todo muy venidos a menos por mor de una lentitud apabullante, que explotaron sus dos anteriores rivales. Además de la extraordinaria actuación de Pedro, ante un equipo rocoso, formado por jugadores corpulentos e incapaces de dar un balón por perdido, Thibaut Courtois demostró, una vez más, que es el mejor portero del mundo. También disfruté del mejor juego de Hazard en el tramo final del partido.
Del Cerro Grande. Mal arbitraje. Con errores de bulto que perjudicaron al Athletic. La actuación del colegiado madrileño es de las que hacen pensar que no es tan difícil alcanzar la máxima categoría como árbitro si se tienen buenas amistades. También es verdad que sus auxiliares le ayudaron bien poco. Mejor dicho: lo equivocaron en momentos cruciales del encuentro.
En lo tocante al partido conviene decir cuanto antes que la lesión de Alves fue lo mejor que le pudo pasar al Barcelona. Ya que la entrada de Sergio Roberto hizo posible que Messi se buscara la vida por sitios lejanos a la banda cubierta por Balençiaga. Lo cual produjo el consiguiente despiste de éste y propició una magnífica actuación del joven SR. Buen partido de Iniesta. Floja actuación de Messi, apareciendo solamente en el tramo final del partido, cuando los bilbaínos tenían ya la lengua fuera y jadeaban. Y golazo de Suárez.
Rafael Benítez sigue sin tener las ideas claras. De nada le han valido las pruebas hechas durante los torneos veraniegos. Al final ha salido en El Molinón con los jugadores que le vienen pidiendo los periodistas de los Madriles: Isco y Jesé. Y los dos han vuelto a demostrar que no están para mejorar a nadie. Lo de Isco no tiene nombre: ponerlo por delante de Modric y Kross para que cubra un corto espacio de terreno y no dé pie con bola, me parece lamentable. Así que el malhumor de Kross es cada vez mayor y más visible. Por qué no colocar de volante ofensivo a Kross y darle más consistencia a la parcela vital del medio terreno. ¿Quién del medio campo del Madrid es lo suficientemente veloz para sumarse al ataque, como es debido, viniendo desde atrás?
Cuando se juega un 4-4-2, y Benítez debe saberlo sobradamente, es necesario contar con dos extremos veloces capaces de defender y salir al contraataque como bólidos. ¿Acaso Isco tiene esas cualidades? ¿Cuál es realmente la misión de Cristiano? A quien estamos viendo peor que nunca. ¿Qué cambios tácticos ha habido en el Madrid para que se note el motivo por el cual se ha contratado a Benítez? No tengo más remedio, tras lo visto en Gijón, que volver a redoblar el tambor: a Benítez puede que le pase lo que al asno de Buridán. Y para quien no lo sepa, les diré que ilustra la miseria que acecha a los indecisos. Las indecisiones en el Madrid suelen pagarse caras.
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