Por teléfono

Al: "Oiga, ¿es Manolo de la Torre?"

De la Torre: "Hola, AL, ¿cómo estás?".

Al: "Bien... No sabía si llamarte ahora. Pues pensé que podrías estar aún disfrutando de las aguas de El Chorrillo, por más que a ti las aguas vivas siempre te han hecho desistir de darte los baños correspondientes".

De la Torre: "Si me coges en casa es porque ando con la tensión baja y no por temor a las aguas vivas. Aunque entiendo que Emilio Carreira esté realmente preocupado por ellas.  

AL: "La tensión baja dicen que es un seguro de vida". 

De la Torre: "Sí, eso dicen los médicos. Aunque no deja de ser un malestar que quita las ganas de todo. Y yo necesito un mínimo de entusiasmo para salir a la calle y mucho más para bañarme en El Chorrillo".

AL: "¿Te has enterado de que, al fin, ha regresado Antonio López?".

De la Torre: "Lo que sí he leído es su comunicado. En el cual dice lo que tiene que decir. Y lo que más me ha gustado es que haya sido capaz de tomarse su tiempo, antes de hacerlo, con el fin de serenarse y evitar hablar a borbotones".

Al: "¿Qué te parece el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel?".

De la Torre: "Que ocupa un cargo peligroso. En el cual, si le gusta estar siempre presente en los medios, y parece ser que le agrada sobremanera, se lo va a pasar en grande durante una corta temporada. A partir de entonces, no me cabe la menor duda de que irá perdiendo gas y acabará pidiéndole a nuestro alcalde que lo sustituya. Está predestinado a quemarse con celeridad. Ah, los portavoces suelen confesar muchas veces lo inconfesable, ya sea por alarde exhibicionista o sin darse cuenta. Debe ir con tiento".

Al: "Quien se ha quemado ya, a lo bonzo, es Cecilio Gómez, director provincial de educación. ¿Qué piensas al respecto?"

De la Torre: De Cecilio Gómez nunca he dicho ni pío. Ni siquiera cuando vivía su valedor. Si bien he seguido el acoso a que está siendo sometido desde que arribó a Ceuta. Ahora, cuando se  halla desprotegido, no le arriendo las ganancias. Lo que no sé es si será capaz de aguantar más tiempo expuesto a todos los vientos como la flor del vilano. Eso sí, tengo más que asumido que es una persona a la que están tratando con saña. 

AL: ¿Podría producirse en esta ciudad un voto de censura al gobierno como ocurrió otrora?".

De la Torre: "Ya sabes, AL, que me desagrada sobremanera presagiar sucesos desfavorables para nadie. Pero hay una realidad incontestable: en un gobierno de 13 contra 12 puede ocurrir lo que tú me preguntas. Ahora bien, ni es deseable ni tampoco creo que nuestro alcalde se vaya a dormir en los laureles. De momento, tengo la certeza de que hasta sabe quién podría blandir la daga contra él".

AL: "¿Quieres alguna cosa?

De la Torre: "No, sólo aquellos recados tuyos en sitios donde eres tan eficaz".