La fe de Chicharito

Javier Hernández "Chicharito" ha vuelto a demostrar su valía en un campo tan difícil como es el de Balaídos. Escenario en que el Madrid ha naufragado en no pocas ocasiones. El delantero mejicano (escribir mexicano es un  caso claro de fetichismo de la letra que no viene a cuento en España. Dice Rosenblat: "Parece que en Méjico se ha hecho de la x bandera de izquierdismo, y que, en cambio, la j es signo de espíritu conservador o arcaizante")  ha conseguido ridiculizar a cuantos dudaron de su calidad.

Los que dudaron de la calidad de Chicharito son los mismos periodistas y ex jugadores metidos a glosadores que torcieron el gesto cuando el Madrid contrató a James y que aún no se han cansado de poner como chupa de dómine a Bale. Son los mismos que yo oigo decir en Canal Plus que se quedan saciados con una ruleta de Isco o cualquier habilidad del malagueño. Y se quedan tan pancho.

Hablando de Isco: su partido de hoy ante el Celta ha sido horrible. Pero hay más: ¿cómo se le ocurrió al laureado Carlo Acelotti situarlo de volante por la izquierda cuando Marcelo, amén de jugar a su aire, tampoco recibe la ayuda necesaria de Sergio Ramos. No olvidemos que la pierna izquierda del sevillano le sirve sólo para apoyarse. Y, por supuesto, comete defendiendo por esa banda errores infantiles. Los cuales le impiden hacerle las coberturas precisas a su lateral.

Sergio Ramos y su entrenador llevan ya un tiempo intercambiándose ditirambos. Alabanzas entusiastas y exageradas que a nada conducen. Mejor dicho: conducen a que el futbolista se haya creído que domina todos los palos del juego y que, por lo tanto, puede hacer en el césped de su capa un sayo. Hoy ha habido momentos en los que parecía que estaba jugando en el campo de su pueblo en un partido entre solteros y casados. El correr durante varios minutos con una bota en la mano por haberse sumado al ataque sin ton ni son ha sido para mondarse de risa. Lo bien que le vendría a Ramos jugar en cualquier demarcación por la derecha con misión concreta.

Misión concreta habría que darle a Casillas. La ideal sería que alguien en el club le dijera que se pasara por caja con el fin de abonarle lo que le pertenece y una vez que firme el finiquito que entregue la llave de su armario y  que se vaya a París o a los chirlos mirlos. Y, pasado un tiempo, que le monten un homenaje por los servicios prestados durante tantos años.  De no ser así, mucho me temo que continuará cantando y cantando y cantando sin solución de continuidad. Sus actuaciones son tan horrorosas como vergonzosas son las defensas que de él hacen la caterva de periodistas que está a su servicio.

El Celta es un equipo que ya jugaba bien con Luis Enrique. Y que Berizzo ha mejorado. No ha ganado el equipo gallego porque enfrente ha tenido a dos futbolistas sensacionales: James y Chicharito. Con quienes Cristiano ha sido generoso toda la noche. El portugués ha trabajado duramente y hasta ha sido espléndido en los pases. Y no ha marcado por chiripa. El Madrid, pese a todo, sigue a dos puntos del Barça. Aunque su calendario es duro como el pedernal.