Hace ya muchos años, siendo yo entrevistado en un programa deportivo
radiofónico, que gozaba de enorme popularidad y del cual se decía que
concitaba el mayor número de radioescuchas en la provincia gaditana, se
me preguntó por la soledad del entrenador y en qué se distinguen los
técnicos. El entrevistador, si la memoria no me falla, era Juan Manuel Pedreño,
y tengo la certeza de que, tras hablar lo justo sobre la soledad de los
entrenadores, pasé inmediatamente a responder acerca de qué clases de
entrenadores existen.
Me expresé así: "Hay entrenadores que
ganan y pierden un partido sin saber por qué; también están los que
ganan y pierden un partido y saben por qué; y, desde luego, existen los
que ganan y pierden un partido y no sólo saben por qué sino que tienen
la solución para seguir ganando o evitar seguir perdiendo".
Transcurridos no pocos años desde mis declaraciones a Pedreño, Johan Cruyff,
que no es un cualquiera en un deporte del que todo el mundo cree saber
y, por tanto, nadie se corta lo más mínimo a la hora de opinar, vino a
decir lo mismo que yo cuando ya se había alejado de los banquillos. Y a
lo dicho por el genial futbolista y entrenador holandés se le dio
categoría de dogma.
Pues bien, Arbeloa -un tipo que a mí me
cae la mar de bien- ha declarado, hace nada y menos, que los
futbolistas del Madrid ya saben en qué han venido fallando para perder
tantas veces seguidas, en los últimos tiempos, con el Atlético de Madrid. Y a mí, como madridista confeso
pero no tonto, me ha proporcionado una enorme alegría semejante
afirmación del hombre que ha sido capaz de desafiar a ese clan de
periodistas que tiene como objetivo la defensa a ultranza de Casillas, Ramos y Pepe. Por este orden.
Las declaraciones de Arbeloa
-futbolista que podrá gustar más o menos pero cuya trayectoria
profesional es para ser enmarcada como extraordinaria- me han hecho
creer, a pie juntillas, que si él está al tanto de los errores cometidos
por su equipo -el Madrid- contra los atléticos, será porque Carlo Ancelotti los conoce perfectamente y habrá aleccionado a sus jugadores al respecto. Verdad de Perogrullo. Afirmación tan sabida y natural que es una tontería decirla.
Lo que no ha dicho Arbeloa ni tampoco Carlo Ancelotti,
y que los aficionados desean conocer cuanto antes, es de qué manera
podrán evitar que los cabeceadores atléticos consigan goles en saques de
esquina o faltas ejecutadas desde los costados. Teniendo el equipo merengue un
portero tan desatinado a la hora de abortar semejantes acciones. Y,
naturalmente, aprovecho la ocasión para denunciar que me parece una
herejía situar a Cristiano Ronaldo como defensor en jugadas a
balón parado. Cuando por su velocidad y su grandeza futbolística tendría
que quedarse casi siempre expectante en zonas donde un despeje
orientado lo ponga en ebullición, amén de causar incertidumbre de
marcaje en sus rivales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.