Los bares de la calle Jaudenes

El sábado pasado, a pesar de que la lluvia de la recién estrenada primavera aconsejaba quedarse en casa, allá que me presenté en el centro de la ciudad, aunque me abstuve de dar barzones. Es decir, que me fui sin pensármelo dos veces a la calle Jaudenes. La cual es, desde hace ya la tira de tiempo, una de las más concurridas de la ciudad y, por tanto, lugar de encuentro de muchas personas que acuden a los bares situados en esa arteria ceutí. Lugares de ocio que han hecho posible que esa zona sea tan visitada.

En La Esquina Ibérica, uno se encuentra como en su casa... Con eso queda dicho todo. Y qué decir de Pedro´s: Bar-Restaurante que, desde su inauguración, le vino como el anillo al dedo a la plaza de Menahem Gabizón. Ambos establecimientos han conseguido darle realce a ese sitio. Desde la plaza de MG, la que, llegado el clima apropiado, ofrece la posibilidad de disfrutar de una terraza insuperable, conviene ir cuanto antes a degustar los pescados de El Mentidero. Bueno, yo recomiendo sus pescados porque a mí me chiflan. Pero en el establecimiento hay una carta extensa de raciones y tapas variadas, que están para chuparse los dedos.

Cuando se abandona El Mentidero, usted puede acceder, en un periquete, a la plaza de Bernabé Perpén, con sólo bajar cuatro o cinco escalones. Si lo hace, se topará con La Dehesa: ¡Menudo Mesón! En él acabé yo el último tramo de mi copear sabatino pasado, durante el tiempo del aperitivo. La Dehesa estaba de bote en bote. A rebosar. Y pese al lleno hasta la bandera, como dicen los taurinos, el ambiente era extraordinario.

Con fuerza, con mucha fuerza, ha vuelto a abrir sus puertas La Dehesa... Y la gente está respondiendo como merece un mesón nacido para triunfar plenamente. Ya que está situado en la plaza adecuada y cuenta con un local que se mete por los ojos. Amén de que la dirección del establecimiento no ceja en su empeño de que la cocina sea cada vez mejor, así como que su servicio esté al tanto de cuanto redunde en beneficio de los clientes.

En La Dehesa, el sábado pasado, además de tomar mis copichuelas, muy a gusto, tuve la oportunidad de participar en un corrillo, en el cual se habló de dos cosas, y que yo las escuché atentamente. La primera fue favorable a Emilio Carreira. A quien se le sigue apreciando el gesto que tuvo asistiendo al funeral de Pedro Gordillo. La segunda tuvo que ver con lo que viene diciendo José Antonio Carracao sobre Juan Vivas: "En el entorno del gobierno se sabe que Vivas se irá antes del final de la legislatura".

En principio, aquí no se legisla. A ver si nos enteramos de una vez. Y a continuación, me expresé así: No se da cuenta, Carracao, que diciendo lo que dice está asegurando la victoria de Vivas en las próximas elecciones. En cuanto a lo de que se irá, apenas cumplidos dos años más como alcalde, me parece que nos están contando El cuento del alfajor.