Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 23 de febrero de 2015

Vivas es actor principal

Vengo oyendo y leyendo, en los últimos días, que existe cierta intranquilidad en los ciudadanos al percatarse de que Juan Vivas aún no ha sido elegido candidato a la alcaldía. Hasta el punto de que el propio interesado ha salido a la palestra para decir que ello sucederá a finales de febrero o a principios de marzo. Declaraciones que evidencian la confianza que tiene en ser nominado nuevamente para tal menester en el Partido Popular.
La tentación al comentario sobre esta respuesta es agobiadora. No puedo reprimírmela. Pero tiene dos partes: una es que en el PP de Ceuta no se vislumbra ningún otro candidato a la alcaldía que no sea Vivas. Lo cual no deja de ser una perogrullada. Otra es que él quiera continuar si acaso en el partido lo obligan a aceptar una lista con nombres que no sean de su agrado.
Es harto conocido que en esa lista electoral cada partido pone en sus candidaturas a los que les da la gana, sin pensar en otra cosa que en los intereses del partido. Los puede haber inteligentes, y también ignorantes; puede haber candidatos capaces, y otros que no son otra cosa que obedientes, amigos, enchufados, serviles o corifeos. Lo cual desmiente que sea el pueblo quien elige la gobernación de su destino. Es la primera farsa.
Siempre se ha dicho que la política es lo más parecido al teatro, y que el pueblo ha obligado a los políticos a ser actores. En el caso que nos ocupa, Vivas es amén de actor principal del PP -en Ceuta- autor del libreto, que no se deja inspirar ni adoctrinar por nadie que no sea mucho más inteligente de lo que él cree serlo. Y no debe ser torpe cuando lleva la tira de años manteniéndose en la cresta de la ola.
Asesores que pìensen bien, la verdad sea dicha, nunca los ha tenido nuestro alcalde. Lo que sí se ha rodeado a veces son de "validos" o corifeos. De los que en buen día decidió desprenderse al comprobar que le causaban más trastornos que beneficios le reportaban. No hay por qué mencionar su nombres, debido a que permanecen en la mente de quienes están siempre al tanto de cuanto acontece en la política activa.
Juan Vivas sabe perfectamente, y si no yo se lo digo, que "la política es un tren disparado, pero que no tiene el orden del ferrocarril. Quien sube a los trenes de la política puede estrellarse en cualquier momento, o chocar de frente contra el que viene en otra dirección, o aguantar que alguien haya roto las vías". Las vías de los últimos cuatro años como alcalde deben ser pastoreadas por Vivas con consejeros de entidad y un mastín presto al quite. Pues acabar bien la carrera política es lo mejor que le puede pasar a un alcalde. Y más en su pueblo.

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